Agentes de los Mossos d’Esquadra de Les Terres de l’Ebre, junto con la Guardia Civil de Castellón y Zaragoza, han desarticulado un grupo itinerante que se dedicaba a robar la recaudación de máquinas tragaperras de pequeños bares en Cataluña, Aragón y país Valenciano.
Según ha explicado la policía catalana en un comunicado, se han detenido a seis hombres y una mujer de entre 26 y 46 años como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza, pertenencia a grupo criminal y tráfico de drogas.
La operación implicó entradas simultáneas en los domicilios de los arrestados en La Ràpita, Valls, Borriol y Fuentes de Ebro, aunque uno de ellos fue detenido en Tarragona. Tres de los detenidos fueron arrestados cuando regresaban a casa tras un robo.
En el momento de esta detención, los autores llevaban una mochila llena de monedas de 1 euro. Antes de entrar en el pueblo dejaron escondidas en un descampado las herramientas que utilizaban para forzar las máquinas, como palancas, tornavisos o guantes.
En los allanamientos, los agentes intervinieron 400 kg de cabellos de marihuana empaquetados y preparados ser enviados, 12.000 euros en metálico, cuatro bolsas con 30 kg de monedas de 1 euro, herramientas empleadas para forzar accesos, y ocho teléfonos móviles.
Una banda muy activa en zonas rurales
La investigación comenzó en el mes de diciembre, cuando hubo 12 robos en bares de El Montsià en un breve periodo de tiempo. En todos los casos, los autores accedían al interior de los establecimientos forzando los accesos y rompían las máquinas para robar su recaudación.
Los ladrones se especializaban en bares de pequeñas poblaciones y generaron alarma social en las zonas rurales afectadas.
La investigación policial identificó a un grupo de personas relacionadas directamente con estos robos que residían entre las localidades de La Ràpita (Montsià) y Valls (Alt Camp).
En el transcurso de las indagaciones, mediante el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), los Mossos d’Esquadra tuvieron conocimiento de que una unidad de la Guardia Civil de Castellón estaba investigando al mismo grupo de personas a raíz de otros robos en bares de Castellón. El grupo criminal utilizaba como base de operaciones un piso ubicado en Borriol (Castellón).
A raíz de ello, se creó un equipo conjunto de investigación que detectó que los delincuentes habían comenzado a desplazarse hacia Zaragoza para cometer otros robos de las mismas características. Finalmente, lo pudieron desarticular a finales de febrero.