Durante la madrugada del pasado sábado 23 de marzo, se llevó a cabo un dispositivo policial a cargo de la Patrulla de Fiscal y Fronteras con sede en L’Ametlla de Mar. El objetivo del dispositivo era controlar los productos que se encontraban a la venta en las diferentes paradas del mercado de la localidad de La Lanz. Tortosa, verificando el cumplimiento de la normativa fiscal que protege los productos de comercio lícito, ya que a veces se detectan productos falsificados, que vulneran el derecho a la propiedad industrial.
El dispositivo, formado por especialistas en Fiscalía y Fronteras de la Guardia Civil, encontró productos falsificados en solo una de las paradas con productos textiles a la venta de marcas reconocidas comercialmente, descubriendo hasta 1600 piezas falsificadas.
Este tipo de actuaciones, habituales en las Unidades de Fiscalía y Fronteras de la Guardia Civil distribuidas por el territorio, tenían como objetivo perseguir el fraude a la propiedad industrial.
El mismo precio al que se vendían las piezas alertó a los agentes, ya que estaba muy por debajo del valor de mercado real. Por ello, se requirió a la persona responsable de la parada toda la documentación que justificara el producto textil a la venta, formado por camisetas, gorras, chándals o ropa interior.
Ante la falta de documentación, los agentes optaron por controlar la furgoneta de la parada, donde encontraron aún más cajas con ropa falsificada. Por ello, se incautó inmediatamente todo el material a la venta, así como el que se encontró en el interior del vehículo, llegando a contabilizar las 1600 piezas.
El valor total del material incautado se estima en 30.000 euros, aunque según el precio medio del valor de marca, se calcula un perjuicio económico para el conjunto de las marcas relacionadas cercano a los 200.000 euros.
La venta de productos falsificados, además de provocar pérdidas económicas a las marcas afectadas y constituir un fraude fiscal, vulnera el derecho a la propiedad industrial e, incluso, en el caso de determinados productos, puede suponer un riesgo para sus usuarios, ya que muchos de los productos falsificados, como en el caso de la electrónica, pueden causar accidentes por mal funcionamiento, al no haber superado los minuciosos controles de calidad a los que deberían haber sido sometidos.
Se han iniciado diligencias policiales y se ha investigado penalmente al responsable de la parada, por presunto delito contra la propiedad industrial.
Las diligencias, así como todos los efectos incautados, han quedado a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Tortosa.
La actuación policial se enmarca dentro de las competencias fiscales que tiene encomendadas la Guardia Civil en materia de protección de la propiedad industrial y de los consumidores, evitando así el fraude y el contrabando de productos falsificados, protegiendo la salud e integridad física de los usuarios finales en el caso de otros tipos de productos diferentes a la ropa.
Además, se evita una competencia desleal para otros comercios que cumplen con sus obligaciones fiscales y compran sus productos a precios superiores, ya que les pagan a las marcas a su precio habitual.