El sábado 26 de julio, un preso de 46 años fue encontrado muerto en su celda en la prisión de Lledoners, según adelanta el Regió7. Aunque aún se investigan las circunstancias, las primeras hipótesis apuntan a un posible suicidio.
El interno cumplía una condena de 10 años por diversos delitos, con fecha de salida prevista para 2028. Estaba en el módulo cinco, que está destinado a presos con problemas de toxicomanía, y no formaba parte del programa de prevención de suicidios, que prevé medidas específicas como acompañamiento constante o limitación de acceso a objetos peligrosos.
Según el citado medio, no había indicios previos que alertaran de este riesgo. Este es el segundo caso desde principio de año en las prisiones catalanas, después de los 11 registrados durante 2024.
El Departamento de Justicia continúa investigando los hechos.