Las quejas de los vecinos de Manresa por la ZBE obligan al Ayuntamiento a rectificar

03 de julio de 2025 a las 19:15h

El Ayuntamiento de Manresa ha presentado este jueves una nueva propuesta de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), mucho más pequeña que la presentada en septiembre del año pasado. La superficie afectada se reduce drásticamente y pasa del 50% al 10% en una primera fase. Este replanteamiento responde al "malestar y rechazo" generado por la propuesta original, tal y como ha reconocido el alcalde, Marc Aloy.

"Dijimos que escucharíamos a la ciudadanía y, por eso, después de estudiar las alegaciones ponemos sobre la mesa una nueva propuesta", ha asegurado. La implantación de la ZBE se hará de manera gradual. El año 2028 sólo afectará al centro histórico —que ya es isla peatonal—, y en 2030 se extenderá al Paseo y Guimerà, donde ya se tiene previsto reducir el tráfico rodado.

La nueva propuesta plantea una ZBE que, en una primera fase, afectará a una superficie de sólo 0,21 kilómetros cuadrados —la primera propuesta era de 3,9— y que estará concentrada en el centro histórico, en el interior de las Murallas, donde buena parte de las zonas ya son peatonales.

Decenas de vehículos realizaron una marcha lenta en noviembre del año pasado para protestar contra la Zona de Bajas Emisiones en Manresa

El alcalde, Marc Aloy, ha reconocido que se planteó una primera propuesta "ambiciosa ambientalmente", pero que, en cambio, generó mucho malestar y preocupación entre la ciudadanía. "Dijimos rápidamente que escucharíamos a la gente y daríamos la respuesta más adecuada. Por ello, ponemos sobre la mesa una nueva propuesta", ha subrayado.

En total, se recogieron 77 alegaciones, la mayoría de las cuales coincidían en poner de manifiesto el impacto económico sobre la ciudadanía, así como la incidencia sobre el parque móvil de vehículos.

La voluntad del gobierno es que la ZBE no se active hasta al menos en 2028. De esta manera, podrán entrar todos los vehículos sin etiqueta residentes en Manresa. En el caso de los no residentes sin etiqueta, también podrán entrar siempre, ya que sólo se prevé la activación de la ZBE en casos de alta contaminación, un hecho bastante insólito en Manresa. De hecho, Aloy ha destacado que, en los últimos 15 años, no se ha superado nunca este límite.

La nueva propuesta deberá someterse a votación del pleno municipal. El gobierno de la ciudad prevé llevarlo en septiembre.

De izquierda a derecha, el concejal de Urbanismo y Movilidad, Carles Estany, y el alcalde de Manresa, Marc Aloy
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