El pumptrack o parque de bicicletas que el Ayuntamiento de Solsona ha acondicionado en la calle de Busa se podrá estrenar antes de lo que se preveía inicialmente, ya que hoy mismo se dan los trabajos por terminados. Esta mañana han hecho una última visita de obras el concejal de Urbanismo y Deportes, Joan Parcerisa, y la arquitecta municipal Anna Grau.
Se trata de un circuito con saltos y peraltes de asfaltado artesanal para hacer vueltas sin pedalear mediante una técnica que aprovecha la inercia del cuerpo. Aunque está especialmente pensado para usuarios con bicicleta, también lo pueden utilizar patinadores. El trazado definitivo se ha consensuado con el Black Pata Cycling Club, uno de los colectivos que pidieron esta pista, además de los consejos de Niños y Adolescentes de la ciudad.
Esta obra, ejecutada por Pumptrack Park durante una semana con trabajos previos de preparación del terreno por parte de la brigada municipal, ha tenido un coste de 40.000 euros. Aunque ya se puede usar a partir de hoy mismo, la concejalía de Urbanismo prevé ordenar el espacio próximamente con vegetación y otros acabados del pavimento. Actualmente, la pista ocupa 825 metros cuadrados en una parcela municipal que tiene 2.000 con la posibilidad de crecer en un futuro, si se considera necesario.
A partir de una combinación de figuras onduladas que van desde la cota cero al metro de altura, el circuito se ha diseñado con curvas y obstáculos que garanticen la fluidez y la seguridad de los usuarios teniendo en cuenta la diversidad de ritmos, niveles y edades.
La instalación, que estará siempre abierta, es apta tanto para niños –acompañados de los padres o tutores– como para familias y deportistas en bicicleta, patinete, patines, monopatín o por el estilo, mientras no sean vehículos motorizados. Tal y como recuerdan las normas de uso del rótulo que se puede ver, es obligatorio para todos los usuarios llevar casco y protecciones.
