El mítico coche madrileñón PTV tendrá una rotonda propia en la ciudad

17 de julio de 2024 a las 08:28h

Manresa hará honor, a partir del sábado, al mítico vehículo PTV que tendrá una rotonda propia. La Rotonda del PTV estará situada en el cruce entre la calle Viladordis y la avenida de Els Països Catalans, tal y como aprobó el Pleno del Ayuntamiento el pasado 16 de mayo, por unanimidad de todos los grupos. El espacio contará también con una reproducción del coche, que ha sido cedida a la ciudad por Ausa, con la colaboración del Clásico Motor Club del Bages, que son los promotores de esta iniciativa.

La inauguración de la instalación de la figura en la rotonda se realizará el sábado, a las 11 de la mañana, en un acto en el que intervendrán Antoni Tachó Figuerola, presidente del Clásico Motor Club del Bages, y Manuel Perramon Ferran, presidente del consejo de administración de Ausa. Ambos forman parte de las familias que crearon el PTV. En el acto también participarán el alcalde de Manresa, Marc Aloy Guàrdia, y la concejala de Cultura, Tània Infante Martínez, junto con otros miembros de la corporación municipal, y en él se prevé la presencia de representantes del tejido social y económico de la ciudad y la comarca.

En el acto también habrá un encuentro de vehículos PTV, que antes habrán llegado en comitiva desde el local del Clásico Motor Club del Bages, en el polígono d e Bufalvent, y durante el acto quedarán expuestos en la avenida de Els Països Catalans.

Un pequeño vehículo emblemático de la posguerra

La figura que se instalará en la rotonda es una réplica a escala real de un coche PTV en tres dimensiones fabricada en fibra de vidrio, acabada en gelcoat y pintada en color bronce, instalada sobre una base de hormigón. El PTV (siglas de Perramon, Tachó y Vila, los apellidos de sus creadores) es un pequeño coche utilitario que simboliza el empuje y el valor del tejido industrial y los productos propios del territorio.

En este caso es un vehículo hecho e ideado en Manresa entre los años 1956 y 1963, una época todavía muy marcada por las posguerras, especialmente en el caso catalán en la posguerra civil española, que dejó al país en la miseria durante toda la década de los años 40 y buena parte de los 50. En medio de esta precariedad, el ingenio de los mexicanos permitió construir y diseñar el PTV con cárcamos locales, en un momento con graves dificultades para acceder a los mercados internacionales y conseguir materias primas y componentes para la fabricación de automóviles.

En este contexto, a nivel de Cataluña y también del estado español llegaron a surgir más de un centenar de fabricantes de pequeños coches o microcoches. De estas iniciativas, sólo cuatro, entre ellas el PTV, consiguieron fabricar más de 1.000 unidades. Además, de entre estos cuatro modelos, el PTV fue el único que no tuvo que pagar ningún tipo de licencia, ya que toda la tecnología utilizada era propia.

Todas las marcas y modelos de estos microcoches, que supusieron un primer paso para facilitar el acceso al automóvil de gran parte de la sociedad, desaparecieron con la aparición del SEAT 600. Sin embargo, la fábrica del PTV es la única que pervivió, aunque reconvertida en la producción de máquinas y equipos para la manipulación, elevación; y el transporte de cargas en todo tipo de terrenos.

Así, el PTV se ha convertido en un vehículo mítico e incluso de culto para los coleccionistas, que lo ha llevado a diferentes lugares el mundo. Actualmente hay PTVs registrados en Francia, Alemania, Andorra, Portugal, Holanda, Bélgica, Estados Unidos (USA), además de una destacable cifra de vehículos repartidos por toda la geografía catalana y española. Todo ello hace que el PTV ocupe un papel en la historia de la automoción, gozando de un cierto prestigio internacional.

Además, el PTV fue el inspirador del Encuentro Internacional de Microcoches, que durante años ha llevado también el nombre de la ciudad de Manresa a las sedes de los principales clubes y coleccionistas de este tipo de vehículos de todo el mundo, haciendo participar a Manresa aficionados venidos de Francia y otros lugares.

La reproducción del PTV que se instalará en la rotonda ha sido cedida por los promotores de la iniciativa. Fue de forma paralela a la cesión de la escultura, que los propios impulsores, con la adhesión de varias entidades e instituciones vinculadas al sector empresarial y del automóvil y coches antiguos, propusieron que se diera el nombre del vehículo a un espacio de la ciudad.

Las adhesiones presentadas eran las de la Federación Catalana de Vehículos Históricos, Federación Española de Vehículos Antiguos, Federación Catalana de Automovilismo, Deliberante de Conductores, Colección de Automóviles de Salvador Claret – MNACTEC, Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Cataluña, TMV Cataluña Central, Patronal Metalúrgica de la Cataluña Central, Gremio de Talleres de Reparación de Automóviles de Barcelona, Asociación de Empresarios Bufalvent,Trullols, Dolors y Pont Nou de Manresa, Unió de Botiguers i Comerciants de Manresa (UBIC).

El escaneo del coche y su reproducción ha supuesto una inversión de unos 28.500 euros que ha sido financiada por Ausa, mientras que la construcción del anclaje y el soporte del elemento escultórico ha tenido un coste de 3.000 euros que ha asumido el Ayuntamiento de Manresa.
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