1 de cada 10 árboles de las comarcas del Bages, el Moianès y Osona está gravemente afectado por la sequía. De hecho, en las fincas que estudia el Departamento de Acción Climática, el porcentaje de árboles con síntomas de sequía ha pasado del 12% al 80%. Unas cifras que ponen en evidencia cómo la falta de lluvias se encarniza en los bosques de la Cataluña Central, donde ya hay grandes extensiones de árboles muertos. La directora general de Ecosistemas Forestales, Anna Sanitjas, subraya la importancia de cortarlos porque incrementan el riesgo de incendio y son un peligro para la seguridad. Por eso, Acción Climática ha aprobado ampliar las ayudas para la gestión forestal de los bosques privados. En total, se ha pasado de los 3MEUR en el año 2022 a los 5,5MEUR este 2023.
Hace tres años que Cataluña sufre sequía. Es la más intensa y extensa del último siglo y todo ello está llevando a la vegetación al límite. De hecho, está en una situación de decadencia y mortalidad que, en muchos lugares del país, no se había visto nunca antes. En las comarcas del Bages, el Moianès y Osona –de las más forestales del país- hay grandes extensiones donde los árboles se encuentran inicialmente muertos en pie.
Muchas masas forestales afectadas por la sequía ya no se recuperan y, por el contrario, favorecen nuevas afectaciones a las masas del entorno, que cada vez son más débiles. La especie más afectada es el pino silvestre -con una situación sanitaria grave y con buena parte de las copas marrones por la falta de agua-. Y aunque parecía que el pino carrasco podría resistir mejor la falta de precipitaciones y el calor, no ha sido así y es otra de las especies más afectadas. Todo ello, hace que haya grandes extensiones de árboles muertos, y es importante cortarlos para que, a la larga, no representen un problema de seguridad.
Según ha explicado la directora general de Ecosistemas Forestales del Departamento de Acción Climática, Anna Sanitjas, es importante cortar los árboles muertos y realizar los trabajos selvícolas sanitarios pertinentes. Si no se hace, explica, con el tiempo los árboles tendrán problemas de estabilidad y esto puede conllevar un riesgo de seguridad para las personas que paseen por los bosques.
Para incrementar la superficie forestal gestionada, el departamento ha ampliado las ayudas gestionadas por el Centro de la Propiedad Forestal convocadas este año 2023. Así, se ha pasado de los 3 MEUR en el año 2022 a prácticamente 5,5 MEUR este 2023. La decisión se ha tomado a raíz del elevado número de solicitudes presentadas y para llegar a todos los propietarios. En este sentido, cabe recordar que, en Cataluña, los bosques privados representan un 75% de la superficie forestal del país.
Aparte de estas ayudas hay una línea específica de Recuperación del potencial forestal que se amplió este mes de julio por un importe de 245.582, que ya está cerrada y, de hecho, ya se han empezado a ejecutar los trabajos.
"Esto no lo había visto nunca"
Àxel Torelló es propietario de una finca forestal en Sant Quirze Safaja, en Osona. Tiene pino silvestre, roble y encina, y muchos árboles están gravemente afectados por la falta de lluvias. Especialmente, el pino silvestre -una especie acostumbrada a la humedad-. "No lo había visto nunca así", lamenta.
Ahora hay muchos árboles que están muertos o totalmente secos y Torelló subraya el peligro que representan si alguna vez hay un incendio forestal. Por eso, es uno de los propietarios forestales que ha pedido ayudas al Departamento de Acción Climática para hacer gestión forestal. De hecho, este año se ha incrementado la demanda de propietarios y, por eso, el departamento se ha visto obligado a ampliar las ayudas para poder dar respuesta a todo el mundo. "Si no fuera por las ayudas no podríamos hacerlo", asegura Torelló, quien subraya que el precio que tiene la madera hace que sea muy poco rentable y, por eso, hacen falta subvenciones.
Seguimiento de la red 8x8 en la Cataluña Central
La red de seguimiento de los bosques de Cataluña (8x8CAT) es un análisis sistemático de 377 parcelas repartidas por las diferentes comarcas donde cada año se evalúan 9.048 árboles concretos. Uno de los parámetros que se analizan es la defoliación. Es decir, la caída de la hoja de los árboles.
En las comarcas del Bages, Moianès y Osona hay 32 parcelas con 732 árboles que se evalúan anualmente. En las inspecciones de los últimos dos años se ha podido apreciar un considerable incremento de los árboles con afectaciones atribuidas a la sequía.
Así, en estas tres comarcas, el porcentaje de árboles con síntomas de sequía en estas parcelas ha pasado del 12% en el año 2022 al 80% este 2023. La comarca con más árboles con síntomas de sequía es el Bages con un 91%, seguido del Moianès con un 81%, y un 66% en Osona.
Además de las comarcas centrales, los bosques del Camp de Tarragona también están sufriendo de forma extrema los efectos de la sequía y pronto se iniciarán las retiradas de árboles muertos en bosques públicos como la del Paraje Natural de Interés Nacional de Poblet.
