Ivan Sànchez, de la CUP, ha ganado las elecciones en Berga, pero con peores resultados que en 2019. De los 8 concejales que habían conseguido han pasado a 6, volviendo a los resultados de 2015. Junts, con Ramon Caballé, también ha perdido representación, de 6 ha pasado a 4, mientras que el PSC, con el actual Abel García, actual vicepresidente del Consejo Comarcal del Berguedà, ha sacado 3 concejales, dos más que en 2019. Berga Grup Independent, con Judit Vinyes, ha entrado en el consistorio con 2 concejales, los mismos que ERC. Esta última fuerza, que había sido socio de la CUP en este último mandato, ha mantenido los 2 concejales pero ha pasado de ser la tercera fuerza en votos a la quinta y última.
En 2019 Montse Venturós repitió mandato (el segundo) pero en 2021 lo dejó por una depresión, y la relevó Ivan Sànchez, el alcalde en este último mandato. Ahora, Sànchez se ha enfrentado por primera vez a unas elecciones como cabeza de lista y, si bien ha resultado la fuerza más votada con un 30% de los votos, ha pasado de 8 a 6 concejales y se ha alejado aún más de la mayoría absoluta que se sitúa en 9. En total hay 17 concejales.Otra de las novedades de esta noche electoral ha sido la abstención. Si en 2019 se llegó a un 67% de participación, este 28-M ha caído un 15%.En los pasados comicios, la CUP consiguió 8 concejales y empezó a gobernar en solitario. Con la irrupción de la pandemia, sin embargo, decidió gobernar en coalición con ERC y sus 2 concejales. En la oposición estaban Junts, con 5 concejales porque una de las concejalas abandonó el grupo y pasó a ser no adscrita y el PSC con un concejal.Cuatro años después, los republicanos con Moisès Masanas al frente (este último mandato era el alcalde de Saldes aunque vive en Berga), han pasado a ser la última fuerza con representación.Y entre los que han mejorado resultados está el PSC, con Abel García, actual vicepresidente del Consejo Comarcal del Berguedà, ha sacado 3 concejales, dos más que en 2019, mientras que Judit Vinyes con Berga Grup Independent ha entrado en el consistorio con 2 representantes y por delante de ERC. Han quedado fuera el PP y BECP.La CUP ha gobernado desde 2015CUP ganó en Berga en 2015 con Montse Venturós al frente, que fue alcaldesa hasta 2021. Ponía fin a dos mandatos seguidos con gobiernos convergentes. Su activismo y su lucha contra la represión del Estado la situó en primera línea de la política. Fue la primera líder política catalana condenada en el marco del proceso independentista por no haber descolgado la estelada del Ayuntamiento en dos periodos electorales.En mayo de 2019 ya había cumplido la condena de seis meses de inhabilitación y, por este motivo, se volvió a presentar al frente de la CUP. Y arrasó: amplió la victoria y rozó la mayoría absoluta (8 de los 17 concejales). Pero en mayo de 2021 tuvo que plegar por depresión. Su renuncia sirvió para denunciar el estigma que sufren las personas con trastornos mentales.La sustituyó Ivan Sànchez que, de hecho, ya había sido el alcalde accidental durante los meses que Venturós había estado de baja. Durante este último mandato, la CUP se ha centrado en enjugar el déficit municipal, que ha pasado de los 20 MEUR de 2015, cuando heredaron la gestión de CiU a los 6 MEUR actuales. Sànchez subrayó que ahora era "el momento de recoger los frutos" y poder invertir en la ciudad, después de años de reajustes económicos. La oposición, en cambio, le reprocha haber reducido la deuda a costa de paralizar la ciudad. Asimismo, el Ayuntamiento ha traspasado la gestión del hospital al Departamento de Salud, una losa para el presupuesto municipal.Además, ha aprobado dos obras que quieren corregir la degradación en el casco antiguo. Por un lado, el derribo de la casa de Finques Ciutat, en la calle Mayor, que permitirá crear un nuevo acceso a la plaza del Forn, en pleno centro, y el derribo de la calle Harmonia, en lo alto del casco antiguo y donde, además, cerca hay un proyecto cooperativo para hacer 14 pisos en la finca de Cal Blanxart.Por otra parte, el gobierno municipal no ha conseguido sacar adelante su proyecto para el museo de la Patum. Ha sacado del cajón un proyecto de la época de CiU, que contemplaba un museo en la misma plaza de Sant Pere, aprovechando los edificios del Ateneu y del Hospital Vell. El Ayuntamiento confiaba en una ayuda de los fondos Next Generation, pero finalmente no ha llegado y tendrá que buscar otras formas de financiarlo.