El juicio contra una madre acusada de intentar matar a su hija de 15 días en Vilanova del Camí, en la Anoia, ha quedado visto para sentencia.
Los hechos juzgados sucedieron en el mes de mayo de 2018, cuando la mujer golpeó a la niña, que solo tenía 15 días, y la tiró al suelo dejándola en estado crítico y con graves secuelas.
La Fiscalía pide 25 años de prisión para ella por las lesiones y la ceguera que le provocó a la niña y, además, 7 años más de libertad vigilada y la retirada de la patria potestad de la víctima.
Acusan al otro hijo de la mujer
La defensa, en cambio, pide su absolución y acusa a su otro hijo, que tenía 3 años en el momento de los hechos, de causar la caída de la niña.
Según ha declarado la madre, ella dejó al bebé durante unos minutos en la cama y cuando volvió a la habitación se lo encontró en el suelo.
Los forenses, en cambio, creen que las heridas que presentaba la niña no eran de una caída, sino que alguien había aplicado fuerza para tirarla al suelo para tener estas secuelas.
Con estos datos, la Fiscalía argumenta que la madre tenía intención de matar a la niña cuando la lanzó al suelo.
La Generalitat, que actúa como acusación particular, también pide 7 años de prisión para la madre. En este caso, consideran que la niña cayó al suelo, pero que la madre actuó de forma negligente.
La acusada, por su parte, ha explicado su versión. Ella dejó a la niña en el centro de la cama porque se manchó con leche que había vomitado y fue a lavar las sábanas.
Cuando volvió, la mujer encontró al bebé en el suelo y a su otro hijo, de 3 años, en un rincón y con cara de espantado. "Yo solo quería saltar", dijo el niño, según la versión de la mujer.
La madre cree que el niño podría haber intentado coger a la niña después de la primera caída y que esto habría provocado un segundo choque con el suelo. En cualquier caso, niega rotundamente que hubiera zarandeado a la niña con violencia.
Otros familiares de la acusada incluso creen que el niño de 3 años tenía celos de su hermana y podría haber provocado su caída de forma voluntaria.
Los médicos niegan la versión de la acusada
Los médicos, en cambio, siguen pensando que para provocarle las lesiones que tiene la niña hacía falta un "mecanismo muy violento". Sus heridas son "incompatibles con una caída horizontal y a poca altura", y creen que se produjeron mediante la fuerza.
Además, los especialistas añaden que un bebé de 15 días no tiene la capacidad de girar, ni mucho menos moverse del sitio. Por lo tanto, si la mujer la dejó en el centro de la cama, es imposible que cayera sola.
Sobre la posibilidad de que fuera el hermano de la niña, los médicos y los forenses creen que no podría haber sido él porque en aquel momento tenía poca fuerza y una altura muy baja como para poder coger a la niña y dejarla caer con tanta fuerza.