El director general de Policía, Pere Ferrer, expulsará en los próximos días a los seis agentes de los Mossos d'Esquadra condenados este lunes por haber cometido una agresión racista en 2029 contra un joven negro en Bages. La decisión se hará efectiva cuando se comunique la sentencia.
En la primera sesión del juicio, que se ha celebrado este lunes, los seis policías han reconocido los hechos en el marco de un acuerdo que les permitirá evitar entrar en prisión, dado que acusación particular y fiscalía pedían penas de entre cuatro y seis años de privación de libertad. Finalmente se les ha rebajado la pena a un año de prisión, que podrán evitar a cambio de participar en un programa de igualdad de trato y no discriminación.
El Gobierno ha decidido que los agentes pierdan la condición de funcionarios y por tanto serán expulsados del cuerpo.
Los aún agentes también deberán indemnizar a la víctima con 80.000 euros y no podrán acercarse a menos de 500 metros durante 4 años. La jueza también les ha impuesto seis meses de inhabilitación y una multa de 300 euros.