ERC Manresa se ha reunido esta tarde con Junts per Manresa, por cuarta vez después de las elecciones municipales del día 28 de mayo. En el encuentro, los representantes de ERC han expuesto a Junts las profundas discrepancias en cuestiones capitales de programa y modelo de ciudad y constatan que el clima de desconfianza imposibilita alcanzar un acuerdo para gobernar conjuntamente la ciudad.
La nueva candidatura de Junts ya se había mostrado muy crítica, en los últimos meses y durante la campaña electoral, con la acción de gobierno de ERC y Junts en el Ayuntamiento, a pesar de formar parte (6 de los 8 concejales actuales de Junts estaban también en la candidatura de este 2023). A pesar de estos precedentes, y a la vista del resultado electoral, la primera opción para ERC fue trabajar y reeditar un acuerdo de gobierno con Junts, tal y como se puso de manifiesto desde la misma noche del día 28.
Desde el primer momento, ERC ha constatado que el nuevo equipo de Junts no se hace suyo el legado de los alcaldes Valentí Junyent y Marc Aloy, y pide una revisión o replanteamiento de varios proyectos estratégicos, que ya habían sido aprobados por ellos mismos, y mayoritariamente también consensuados con el resto de grupos municipales, otras administraciones, ciudadanía o entidades.
ERC tampoco puede pasar por alto que desde el primer momento el nuevo equipo de Junts puso sobre la mesa exigencias sobre las responsabilidades en el eventual futuro gobierno, antes de llegar a cualquier acuerdo sobre el programa o los proyectos de ciudad. Unas exigencias que suponían una segregación del Ayuntamiento en dos bloques y unas atribuciones desmesuradas para el jefe de su grupo.
Finalmente, en un momento en que ERC ya había tenido conversaciones con varias formaciones (tal y como anunció que haría desde el primer momento y como corresponde a la fuerza más votada) pero no tenía ni mucho menos ningún acuerdo sellado, Junts hizo público un comunicado de tono muy agresivo, del cual se desprende que definitivamente el grupo no tenía la voluntad de llegar a ningún acuerdo con ERC y que, de hecho, profundizaba aún más en el clima de desconfianza.
Por todo ello, ERC considera que no existe ni la confianza ni la necesaria unidad en el modelo de ciudad y en el programa para hacer posible un pacto con el nuevo equipo de Junts. Una constatación dolorosa, porque ERC pone en valor el buen entendimiento, la unidad y el trabajo conjunto que se ha llevado a cabo con Junts en los últimos años. En este sentido, por ejemplo, no ha habido ni un solo dictamen o proposición, de los centenares que se han tratado en el pleno municipal durante los cuatro años de mandato, en el que ERC y Junts no hayan votado lo mismo.
Ante esta situación, ERC no ha dejado de trabajar con la voluntad de conformar un gobierno lo máximo de sólido y estable. En este sentido, en los últimos días se han mantenido encuentros con los representantes del PSC, con quien se ha constatado una gran coincidencia en los proyectos iniciados porque ha dado apoyo a lo largo del último mandato, lo que facilita la tarea para llegar a un acuerdo de gobierno.
Ambas formaciones comparten la preocupación por la bajada de la participación y por el toque de atención que representa la pérdida de una parte del apoyo de todas las opciones mayoritarias en las elecciones municipales del 28 de mayo pasado. Por este motivo, se proponen hacer esfuerzos para interpretar estos resultados, averiguar los motivos y sobre todo dar respuesta a esta desafección.
ERC y el PSC tienen coincidencias programáticas y están de acuerdo también en la necesidad de culminar los proyectos iniciados que ya han generado grandes consensos en el último mandato. A su vez, ven la necesidad de afrontar políticas de proximidad e iniciativas que mejoren el día a día de la ciudadanía, desde varios puntos de vista (promoción económica, cohesión social, seguridad y civismo, vivienda, mantenimiento, movilidad y vía pública, etc), y constatan la necesidad de acercarse más, escuchar y hacer partícipe a la ciudadanía de la acción municipal.
En los próximos días, ERC y el PSC continuarán las conversaciones encaminadas a alcanzar un acuerdo, a la vez que incorporan la representación de Impulsem, con quien también se perciben muchos puntos de acuerdo programático.
