El informe técnico sobre el edificio del Mercado Municipal de Vic apunta que la rehabilitación de la infraestructura sería "muy costosa". Así lo explica el alcalde de la ciudad, Albert Castells, quien añade que el informe hace un diagnóstico "en detalle" de todas las patologías que sufre el edificio y que los técnicos municipales en estos momentos están analizando para llegar a unas conclusiones que se pondrán en común junto con los arquitectos en una reunión con los diferentes grupos políticos el próximo miércoles.
La opción más viable previsiblemente acabará siendo el derribo, según ha avanzado este viernes El 9 nou y ha confirmado la ACN. A pesar de ello, ha explicado Castells, "no cierra la puerta al hecho de que algunas partes del edificio se puedan rehabilitar".
Entre las patologías más importantes que se identifican estaría la de la misma estructura de hormigón, que además se aprecia a simple vista desde la calle, en la que se puede ver una degradación por el paso de las décadas. En el estudio se explican y se detallan las patologías que tienen todas las partes del edificio, desde la fachada, hasta los interiores, los cierres o las instalaciones.
La opción de la rehabilitación, que en vistas del resultado del informe se prevé costosa, históricamente ha sido defendida en la ciudad por algunas voces que, precisamente, ponen en valor la infraestructura como un edificio emblemático y una expresión de la corriente arquitectónica del brutalismo, típico de los años 70. También por otras voces defensoras de la economía circular y contrarias a un derribo total.
La decisión final sobre qué hacer con el edificio, sin embargo, no se podrá tomar de manera inminente porque falta cerrar el procedimiento administrativo iniciado ahora hace un año por parte del Ayuntamiento para extinguir y recuperar la concesión que tenían los paradistas.
En el presupuesto para 2024 se hizo una reserva de una partida de 500.000 euros previendo actuaciones a realizar para la rehabilitación del mercado. El alcalde admite que si finalmente se acaba optando por el derribo, esta cifra se podría incrementar considerablemente y sería necesario dotar la partida del presupuesto necesario. Con todo, siguiendo los trámites administrativos habituales, no se espera que los primeros trabajos vean la luz hasta principios de 2025.
Otro de los debates abiertos en la ciudad es el modelo que se implementará en el nuevo espacio. "Esto es un debate más complejo", señala el alcalde, "porque hay que tener muy en cuenta las realidades en las que vivimos, las nuevas tendencias de consumo y los nuevos hábitos, la falta de vocación de comerciantes o el contexto económico actual". Es por ello que el alcalde apuesta por abrir un diálogo con el comercio y el sector económico de la ciudad para valorar cuál es el modelo que Vic necesita.