Cerca de 300.000 personas han pasado por el Mercado Medieval de Vic, que se ha celebrado entre el jueves y este domingo en la capital de Osona. La concejala de Promoción Económica, Comercio y Cultura, Bet Piella, ha hecho una valoración "muy buena" en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias (ACN). Ha celebrado que el evento ha recuperado "el decorado natural, que son las calles medievales de Vic", y ha explicado que los paradistas –380 este año– han hecho "muy buena venta". Según Piella, el impacto del Mercado Medieval en Vic es de unos cinco millones de euros pero va más allá de los días de feria porque "muchos visitantes descubren Vic y seguro que se convierten en futuros turistas de la ciudad", ha dicho.
El Ayuntamiento ha calculado que el 60% de asistentes al Mercado Medieval proviene de la provincia de Barcelona y que el 35% es público nuevo, un perfil que interesa especialmente al consistorio: "Queremos que se vaya renovando el visitante que viene a descubrir Vic durante el medieval". Además, las fechas de la edición de este año se han decidido para que coincidieran con la elección de los festivos de los centros educativos del área metropolitana de Barcelona, para atraer a más visitantes. Así, la feria se ha desarrollado durante la parte final de la semana, mientras que del 1 al 4 de diciembre se han organizado una serie de actividades culturales sin paradas para descubrir el patrimonio medieval de la ciudad, pensando sobre todo en los osonenses.
Aparte de volver al casco antiguo de Vic, la edición de este 2022 también ha presentado novedades, como la zona infantil para familias "que ha funcionado muchísimo", según Piella, y la reunión de todas las tabernas en un mismo espacio en vez de tenerlas repartidas por diferentes calles de la ciudad. "Era una petición que ya venía del año pasado y realmente ha funcionado mucho", ha valorado la concejala. Piella, además, ha celebrado que las tabernas "han hecho caja" y tienen dinero "para hacer todas las actividades del año".
El Mercado Medieval de Vic es la feria más multitudinaria de la ciudad y los 300.00 visitantes de esta edición son equiparables a los del año pasado, aunque la lluvia ha obligado a suspender algunas de las actividades al aire libre. Se han reunido artesanos, taberneros y feriantes provenientes sobre todo de Cataluña, pero también de otros puntos del estado español, de Francia y de Portugal con todo tipo de productos, ya estén relacionados con la alimentación, las hierbas, la artesanía, con la decoración, la joyería, la cosmética natural, la ropa o con los productos gastronómicos, como embutidos y conservas.