El cementerio municipal de Vic es el primero de Cataluña que dispone de un espacio propio en recuerdo a las personas donantes del cuerpo a la ciencia. La nueva zona del cementerio, bautizada con el nombre de Jardines de Marie Curie y consensuada con la Facultad de Medicina de la UVic-UCC, quiere ser un lugar para tener presentes a todas las personas que en su momento decidieron que cederían su cuerpo a la docencia y la investigación de la anatomía humana.
En recuerdo a todas ellas, en el nuevo espacio se ha instalado una placa donde se puede leer: "En memoria de quien ha donado el cuerpo a la ciencia. Detrás de la muerte hay otra manera de vivir". La presentación de los Jardines de Marie Curie se ha hecho esta tarde y ha contado con la asistencia del concejal de Mantenimiento y Servicios, Albert Castells, el decano de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC, Ramon Pujol, y la responsable del Servicio de Donación de Cuerpos de la misma facultad, Laia Nogué.
Albert Castells ha comentado que se ha entregado este "espacio necesario" a la Facultad de Medicina de la UVic-UCC "en merecido homenaje a todos los donantes de su cuerpo a la ciencia" y ha explicado la simbología del entorno. Según el concejal, se han incorporado tanto elementos naturales –como dos arces y césped sembrado en el suelo– como elementos geológicos –con margas de la Plana de Vic y piedra de Folgueroles en la fuente que se ha construido. Todo el conjunto "simboliza el ciclo infinito de la regeneración", ha dicho.
Ramon Pujol ha dado las gracias al Ayuntamiento de Vic "por responder a nuestra solicitud" y a todas las familias "que están haciendo este acto tan generoso como es la donación del cuerpo a la ciencia". El decano de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC ha dicho que "gracias al gesto de estas familias nuestros estudiantes están aprendiendo algo muy importante como son los aspectos anatómicos del cuerpo humano, su estructura y su funcionamiento". Pujol ha terminado su intervención reiterando: "En nombre de los estudiantes, del profesorado y de todo el cuerpo de la UVic-UCC, gracias y gracias a todos los donantes, que se merecen un reconocimiento como este".
Laia Nogué ha recordado que el espacio habilitado en el cementerio de Vic representa "un agradecimiento, un homenaje y un reconocimiento a todas y cada una de las personas donantes, y también a sus familias, por este acto de generosidad". "Gracias a las personas que han hecho la donación, los estudiantes han podido estudiar la anatomía in situ", ha dicho Nogué. Según ella, una vez que el cuerpo se ha trabajado en la Facultad de Medicina, se incinera y las cenizas se trasladan al depositario de cenizas de los Jardines de Marie Curie del cementerio municipal.
El depositario es un pozo profundo sin fondo "para integrar las cenizas en el jardín", ha detallado Castells, quien ha añadido: "Entendemos que este es el destino y la voluntad de los donantes". Nogué también ha explicado que una vez que el cuerpo entra en la Facultad de Medicina para ser objeto de estudio, la relación con la familia se rompe, respetando en todo momento "el anonimato y la voluntad del donante, que es a quien aquí se homenajea".
El año pasado, en el cementerio municipal de Vic ya se acondicionó el Árbol de los Recuerdos, un nuevo espacio de duelo para que las familias pudieran recordar a los bebés de muerte gestacional o perinatal. La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Vic con la Asociación Little Stars de la Cataluña Central, es un lugar de recuerdo para los bebés que nunca llegaron a ver la luz o que perdieron la vida pocos días después de nacer.
La donación del cuerpo, un acto altruista
El Servicio de Donación de Cuerpo a la Ciencia de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC se puso en marcha en febrero de 2018. A día de hoy cuenta con una base de donantes de 360 personas, de las cuales 22 ya han fallecido.
"La donación del cuerpo es un acto altruista, libre y voluntario, por el cual la persona se compromete a donar su cuerpo sin vida con la finalidad de docencia e investigación en el ámbito de la Anatomía Humana", explica Laia Nogué, según la cual "la generosidad de las personas donantes facilita a los alumnos de grados en Ciencias de la Salud, como Medicina, Fisioterapia o Podología, entre otros, el estudio de la Anatomía Humana in situ". Disponer de un servicio de donación del cuerpo a la ciencia también permite la realización de prácticas, de actividades de formación continuada y de cursos altamente especializados para profesionales de la sanidad, "siempre garantizando el máximo respeto y dignidad hacia los donantes", especifica Nogué.
Hacerse donante del cuerpo
Cualquier persona mayor de edad y en uso de sus facultades mentales puede hacerse donante. El procedimiento de donación se hace de manera presencial en la Facultad de Medicina de la UVic-UCC, donde hay que acudir con una persona que ejerza de testigo y llevar el DNI. Una vez registradas las datos, la persona donante obtendrá un carné que la acreditará como tal.
Después del fallecimiento, hay que llamar a la funeraria correspondiente e indicar que se trata de una persona donante de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC, para que pueda hacerse el traslado del cuerpo. Una vez en la Facultad, se le practica una analítica para confirmar que el donante no sufre ninguna enfermedad infecciosa como la hepatitis B y C, el VIH, la tuberculosis o sepsis, y en caso de resultado negativo se procede a trabajar el cuerpo según las necesidades del servicio. Tampoco pueden ser donantes aquellas personas que hayan muerto en un contexto clínico de SARS COV-2 o COVID-19. Tanto antes como después del fallecimiento, todo este proceso garantiza el anonimato de la persona donante.
 
    