Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal que estafaba a personas de edad avanzada haciéndose pasar por empleados de su entidad bancaria. En total se han detenido a ocho hombres a los que se les acusa de los delitos de estafa continuada, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal. Después de declarar ante el juez, el presunto líder de la organización ha ingresado en prisión provisional. El resto han quedado en libertad con cargos. Con estos hechos los estafadores habrían conseguido cerca de 50.000 euros en tres meses.
Según explican los Mossos, la investigación comenzó en junio cuando se detectó que se habían producido tres hechos consecutivos en una misma localidad en pocos días. En agosto se detuvo al presunto líder del grupo, como consecuencia de otro hecho delictivo. A raíz del arresto, la policía tuvo información que relacionaba la organización con las estafas y su participación en un total de 29 casos.
La investigación permitió a los Mossos averiguar que, debido a una actividad profesional anterior, uno de los integrantes del grupo había obtenido información relacionada con datos de carácter personal de varias personas. Esto les permitía hacerse pasar por empleados de la entidad bancaria de las víctimas y realizar llamadas para alertarlas de que habían sido objeto de un cargo fraudulento en su cuenta corriente. El hecho de que sus interlocutores dispusieran de datos de carácter personal les daba credibilidad.
Entonces, añaden en el comunicado, les pedían más datos relacionados con sus cuentas, supuestamente para poder hacer las gestiones para devolverles el dinero que les habían sustraído. Una vez conseguidas, las utilizaban para comprar dispositivos electrónicos de gama alta, principalmente móviles y tabletas, que posteriormente revendían a un precio por debajo del mercado con el fin de obtener dinero en metálico. En otras ocasiones hacían traspasos de dinero desde la cuenta de la víctima a otras cuentas. Con estos hechos los estafadores habrían conseguido cerca de 50.000 euros en tres meses.
El perfil de las víctimas Las víctimas, principalmente de edad avanzada, vivían en Cataluña, aunque también las encontramos en otros puntos del Estado. En la mayoría de casos la estafa se situaba entre los 1.000 y los 7.000 euros, aunque incluso hay un caso de solicitud de un préstamo de 10.000 euros que la misma entidad bancaria detuvo por la desconfianza que les generó la operación.
Los roles de los integrantes de la organización estaban perfectamente delimitados: el líder era el cerebro del grupo y quien había diseñado la estafa y su puesta en escena. En un segundo nivel se situaban tres miembros del grupo que seleccionaban a las víctimas y se encargaban de hacer las llamadas con el fin de obtener los datos de interés para ejecutar la estafa. También compraban los dispositivos electrónicos que se revendían posteriormente. En el tercer nivel estaban los cuatro integrantes restantes, que hacían de lo que se conoce como 'mulas económicas', es decir, hacían las extracciones de dinero en cajeros automáticos y disponían de cuentas corrientes a las que podían hacer las transacciones desde las de las víctimas.
El pasado 28 de octubre agentes del Grupo de Estafas del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Norte, junto con Mossos de la Unidad de Investigación de la comisaría de Berga, realizaron dos entradas y registros en la localidad de Berga, en los domicilios de tres de los arrestados. Encontraron varios dispositivos electrónicos como móviles o tabletas, dos patinetes eléctricos y material informático.