El inicio del mes de mayo es sinónimo de feria en Berga. Este año, el Ayuntamiento de Berga recuperará la celebración de una de las muestras más emblemáticas y antiguas de la capital berguedana: la Feria de Mayo. La edición de 2020 fue suspendida a causa de la pandemia de la Covid-19, pero este año se plantea una feria que apuesta por el producto de proximidad, el llamado producto de kilómetro cero (km 0). El incremento del consumo de productos locales ha sido una de las tendencias al alza a raíz de la situación de crisis actual. Los beneficios derivados de la compra a los productores y comercios locales son claros en el ámbito económico, social, territorial y medioambiental.
Y es que la promoción de la economía local también está relacionada con un cambio de hábitos basado en un consumo más responsable y justo, así como también más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Por todo ello, la feria de este año se centrará en la promoción de la economía de proximidad. La Feria de Mayo se celebrará el fin de semana del 1 y el 2 de mayo y adoptará cambios en el formato y la distribución del espacio para celebrarla con seguridad.
Algunas de las medidas más destacadas serán el incremento de la distancia entre expositores, el cierre perimetral del recinto ferial, el control de aforo y la aplicación de las medidas de higiene.Una apuesta por la realización de eventos
La concejala de Promoción Económica, Roser Rifà, ha recordado que "la voluntad del ayuntamiento es celebrar todos los eventos que sea posible para ir recuperando la normalidad previa a la situación que estamos viviendo". También ha destacado el esfuerzo que supone realizar eventos en tiempos de pandemia. Rifà ha explicado que "no es sencillo organizar cualquier acto porque implica implementar muchos cambios, tener que estar pendiente de la normativa cambiante y esto supone más esfuerzo, tiempo, gasto e incertidumbre". En cuanto a la presentación de la feria, la concejala de Promoción Económica ha reconocido que "nos ha costado poder decir si haríamos feria porque no sabíamos en qué momento llegaríamos, teniendo en cuenta el impacto sanitario que podía tener la Semana Santa.
Todo esto nos hace ser más cuidadosos y tener que estar a la expectativa de las modificaciones que se puedan producir con las restricciones". Rifà ha comentado que "hacer ferias también es apostar por la dinamización de los sectores económicos locales porque se contrata y participa gente del territorio y esto también es una manera de fomentar que sigan activos y que no perdamos empresas ni productores por el camino".
