El hombre que en julio de 2018 entró en coche a la plaza Mayor de Vic para atropellar las cruces amarillas que se habían plantado en el marco de una protesta independentista ha sido absuelto del delito de conducción temeraria que se le atribuía.
La titular del juzgado penal número 1 de Manresa considera que el individuo es efectivamente el autor de los hechos, pero le aplica la eximente completa por trastornos mentales. La jueza no considera necesario que el hombre ingrese en un centro psiquiátrico, pero dado que padece una "discapacidad mental irreversible" si sentencia que se le aplique un régimen de libertad vigilada por un periodo de dos años, al mismo tiempo que le impide conducir vehículos de motor durante cinco años.
El 22 de julio de 2018, meses después del referéndum de autodeterminación y en un ambiente de fuerte crispación política, el individuo ahora absuelto entró en la plaza Mayor de Vic conduciendo su vehículo a toda velocidad y atropelló algunas de las 2.500 cruces amarillas plantadas en el marco de una protesta soberanista de apoyo a los presos políticos.
El Ayuntamiento se personó como acusación en el caso y, según recuerda en una nota hecha pública tras la sentencia, pidió que se investigara al individuo por un delito de odio, extremo que el juzgado no aceptó. La acusación consideraba que el autor de los hechos actuó con una clara animadversión contra el colectivo independentista, mientras que la fiscalía pidió para el acusado una pena leve por daños.
En la sentencia, la jueza considera como hecho probado que el hombre entró en la plaza a pesar de que el acceso a los vehículos está prohibido, y a pesar de que había unas vallas policiales con señalización de entrada prohibida. Una vez en la plaza le dio la vuelta "poniendo en grave riesgo a las personas que había en ese momento". La sentencia relata que en ese momento había mucha gente y que varias personas tuvieron que apartarse para evitar ser atropelladas.
Al mismo tiempo subraya que la acción del individuo "causó pánico y miedo, no solo a las personas presentes en esos momentos en la plaza Mayor, sino también a toda la población de Vic, cuando hacía un año escaso del atentado terrorista con un vehículo en las Ramblas de Barcelona".
Finalmente, el texto también considera probado que el hombre era "consciente de la ilicitud de los hechos" pero "no podía actuar conforme a esa comprensión por estar afectado por un trastorno obsesivo-compulsivo, un trastorno depresivo, un trastorno por consumo de alcohol y un trastorno de la personalidad".
Además de la medida de dos años de libertad vigilada y de los cinco años de prohibición de conducir vehículos de motor, la sentencia también condena al hombre, que en el momento de los hechos tenía 51 años, a pagar el coste del juicio. Además tendrá que pagar las cruces que aplastó con el coche, por un valor de 40,42 euros.