Xavier Dalmau, concejal independiente del PP: "El político municipal no se debe al partido, sino a la ciudad".
12 de mayo de 2020 a las 07:37h
Por primera vez en la historia, Tortosa tiene alcaldesa. Lo valoro positivamente, primeramente por el hecho de ser mujer. Además, es trabajadora y tiene mucha experiencia en el gobierno de la ciudad, conoce Tortosa. Ahora bien, los proyectos que abordará hasta las próximas elecciones municipales, dentro de un año, ya venían de antes. Aún no ha podido desarrollar su personalidad como alcaldesa y sus propias iniciativas. Meritxell Roigé tiene un reto importante: demostrar su valía en un año, para conseguir su nombramiento a través de las urnas. No será fácil: debe convencer al electorado de que es alguien diferente de su antecesor. ¿Qué le preocupa de la ciudad? El peculiar talante de los tortosinos. Sería bueno que su alcalde o alcaldesa dotara de un nuevo sentido la idiosincrasia de nuestra localidad. Nos creemos el ombligo del mundo, pero una vez salimos del municipio nos atemorizamos. Nos falta empuje y desinhibición. Hay que potenciar Tortosa como verdadera capital de las Tierras del Ebro. Debemos encontrar nuestra capacidad de liderazgo como ciudad, que ninguna de las administraciones anteriores ha sabido construir. Tortosa ha sufrido un declive, quizás porque los políticos no han encontrado la manera de dotarla de fuerza. Debe desarrollarse más en el terreno económico, social, político. Hasta ahora, todo lo que se ha hecho en la ciudad ha sido gracias a las administraciones externas. El Puente Rojo, el paseo hasta el Matadero y todos los equipamientos de la orilla del río son producto de la mayor inversión que el estado central ha hecho nunca en la localidad. El mismo Puente del Estado se reformó recientemente con recursos de la Diputación. Hemos dependido mucho del exterior y no hemos sabido desarrollar un sistema de economía. No es un problema de competencias, pues. No, el Ayuntamiento puede llevar a cabo cualquier proyecto, si llama a las puertas adecuadas. Por ejemplo, pronto se iniciarán las obras para convertir los terrenos de ADIF que rodean la estación de tren en un nuevo ensanche. Estoy convencido de que quien se hará cargo será el Partido Popular, que es quien tiene el poder en Madrid. Sin embargo, lo ideal sería que, en este tipo de proyectos, no se atribuyera el mérito a ningún partido, sino que se reconociera que son fruto de la coordinación entre los tortosinos de diversas formaciones. Tortosa debe unirse; si no, somos débiles. ¿Qué más necesita Tortosa? Estimular el turismo con la agresividad suficiente. Tortosa y las Tierras del Ebro tienen un potencial enorme en este sector. Para aprovecharlo, hay que forjar alianzas en el tejido político de la ciudad. No miremos tanto por el partido y por los propios intereses. En vez de estar siempre discutiendo entre nosotros, saquemos adelante todos juntos. ¿Qué le parece el nuevo photocall con el nombre TORTOSA? La idea me gusta, pero yo habría situado este reclamo en la entrada de Tortosa, porque su propósito es vender la idea de que estás en esta ciudad, y en el emplazamiento actual queda un poco escondido. Tampoco me gusta el diseño de las letras. ¿Más propuestas turísticas? Tortosa vive de espaldas al río. ¿Cuántos bares con terrazas hay alrededor del Ebro que le den vida de noche y de día? Una de las funciones del Ayuntamiento es hacer arrancar este tipo de locales, mediante la reducción de impuestos y tasas, y la agilización de los trámites para traspasar negocios. De hecho, se debe facilitar cualquier negocio de autónomos. En el pleno de ayer, Movem Tortosa propuso la aportación de una serie de ayudas a Tortosa, y el equipo de gobierno votó en contra. Yo mismo, hace mucho, sugerí que las zonas azules fueran gratuitas o tuvieran un coste mínimo para los autónomos acreditados. Mi idea tampoco prosperó. Los emprendedores generan puestos de trabajo y hay que fomentar su actividad. Lo mismo puede decirse de los polígonos industriales: Tortosa está cobrando cantidades muy elevadas a los polígonos, y se les debe dar facilidades. Ha hablado de los enfrentamientos constantes en el Ayuntamiento. ¿Son producto de la fractura que vive el país o ya vienen de antes? Siempre ha sido así, pero la situación actual lo ha agravado. En el ámbito local, sin embargo, el político no se debe al partido, sino a la ciudad. Nos votan porque damos calidad de vida a toda la ciudadanía de Tortosa, no sólo a los que nos han elegido. Estoy convencido de que el electorado vota a los 21 concejales del municipio para que trabajen conjuntamente, no para que se enfrenten. Es necesario que el equipo de gobierno sepa aprovechar el potencial de que dispone en el consistorio. En Tortosa hay 9 concejales sin ninguna función de gobierno. ¿Usted se siente desaprovechado? Sí, pero no sólo yo. El resto de la oposición está constantemente pidiendo la posibilidad de colaborar en la administración de la ciudad. Están los presupuestos participativos… Precisamente fueron una idea que aporté yo en una moción, que posteriormente también presentó el PSC. Curiosamente, los grupos municipales de la oposición no participamos en la selección de las propuestas que se ejecutarán. Nuestra participación sería la garantía de que no hubiera irregularidades. Es importante que los gobernantes entiendan que la ciudadanía no debe limitarse a esperar su actuación en la gestión de las ciudades; también deben participar en ella. Ya hace tiempo que propongo que las asociaciones de vecinos estén presentes en los plenos, sin voto pero con voz. En la Junta de Seguridad también deben estar la Federación de Asociaciones de Vecinos y los comerciantes. Tienen muchas cosas que decir en este terreno. La ciudadanía debe estar en el seno del Ayuntamiento. ¿Cómo ha tratado la Generalitat a Tortosa en las últimas décadas? Somos el callejón sin salida de Cataluña. Hacen inversiones mínimas, el ferrocarril falla constantemente… Actúan como los colonizadores en África: se llevan las riquezas naturales del territorio, sin darnos nada a cambio. Es con agua de aquí que hicieron el complejo petroquímico de Tarragona y Port Aventura. Ni siquiera nos permiten que el Consorcio de Aguas de Tarragona tenga un presidente ebrense. De los impuestos a las 3 centrales nucleares de las Tierras del Ebro, con todo el riesgo ambiental y sanitario que conllevan, sólo nos corresponde el 10%. Incluso el petróleo que extraen en la Rápita se lo llevan directamente a Tarragona. Todo ello genera un sentimiento negativo contra el Norte, contra Barcelona. ¿Qué le preocupa de Cataluña? Estamos yendo hacia una sociedad donde la concordia, la tolerancia y el diálogo se pierden. Me preocupa la incompetencia de la clase política: lo único que han conseguido en Cataluña ha sido enfrentar a la población. Solucionemos el tema del proceso, dialoguemos. Aquí han fallado tanto el gobierno español como el catalán. Se debe resolver, porque hay otros temas igualmente importantes para la ciudadanía, como el paro, las pensiones y la corrupción. Y no se está haciendo nada. Es necesario que los dirigentes se sienten a hablar: que no hagan politiquería, que gobiernen. Hoy han detenido a miembros de los CDR. ¿Qué piensa? Las cosas se deben hacer de buenas maneras: hablando. No se puede interrumpir la circulación de una vía, porque es una acción no autorizada que perjudica a la ciudadanía. La democracia permite la protesta y la reivindicación, pero dentro de unos parámetros, con respeto y pacifismo. ¿Acusar de terrorismo a una ciudadana por haber cortado una autopista no le parece exagerado? Vivimos unos tiempos en que todo se magnifica, en todos los bandos. En cualquier caso, estos hechos se investigarán y calificarán como corresponde. Es una acusación grave, pero los sistemas jurídicos determinarán si las acciones en las autopistas fueron una gamberrada o terrorismo. ¿Hay separación de poderes, en el estado español? Sí. En cuanto al poder judicial, tan cuestionado hoy, cada partido tiene una cuota de participación a la hora de designar a los miembros de la judicatura. Evidentemente, este hecho condiciona las características del poder judicial. Por debajo de los grandes tribunales, creo que la justicia no está politizada: los funcionarios hacen su trabajo tan bien como pueden. Hay miembros del Gobierno encarcelados o desplazados a otros países de Europa. Vuelvo a decir que este tema se debe solucionar mediante el diálogo y el consenso. Hay que respetar las leyes, que hemos votado entre todos; si no nos gustan, modifiquemoslas. Ignorarlas no es el camino. De todos modos, yo soy concejal. Es a los miembros del Parlamento a quienes corresponde debatir las leyes. A nosotros nos pagan para resolver los problemas actuales y futuros de tortosinos y tortosinas. Por eso yo sólo hago mociones municipales y municipalistas. A la ciudadanía lo que le interesa es lo que yo y el resto de grupos del Ayuntamiento hacemos para mejorar el espacio donde viven. Parece que al PP catalán faltan buenos líderes. En Cataluña, el Partido Popular experimenta una crisis notable. No lo digo yo, lo dicen las cifras. Convergencia i Unió, el actual PDCat, fue un hándicap importante para el PP catalán. Se llevó todo el sustrato social que votaba por el Partido Popular. Actualmente está la ola de Ciudadanos: es un partido más joven, más inflexible, y esto puede gustar a un determinado sector de la población. Como vimos en las elecciones en Cataluña, sin embargo, no se trata de un fenómeno minoritario. Por otra parte, el gobierno popular de Madrid ha adoptado unas posturas que salpican a la sucursal en Cataluña. Esto pasa con todos los partidos que tienen doble gobierno; el PSOE y el PSC también se encontraron con ello. Al PP español, con todos los casos de corrupción, no le va mucho mejor: caso Gürtel, tarjetas black, caso Cifuentes… Yo soy independiente: represento al PP en el Ayuntamiento, pero no milito en él. La ciudadanía deposita su confianza en los cargos públicos, y esta confianza no se puede traicionar. Si se demuestra que es verdad lo que dicen de la presidenta de la Comunidad de Madrid, debe dimitir. El Partido Popular actúa mal haciéndole lado. Ahora bien, de casos como el de Cristina Cifuentes, los hay en todos los partidos. Estas cosas no pasarían si los partidos contrastaran los currículums de las personas que nombran para los cargos. El problema de la corrupción no es de un partido; es de todo el sistema político. Es necesario un pacto de estado sobre la corrupción, entre otros temas. La corrupción debe erradicarse, y esta tarea corresponde a las formaciones políticas. Ante un caso de corrupción demostrado, hay que expulsar a las personas implicadas y que respondan en el juzgado.
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