Un nuevo imitador de Norman Bates, pero por razones puramente crematísticas. Un hombre convivió con el cadáver momificado de su madre para poder cobrar la pensión durante seis años, tramando una gran mentira para que no descubrieran que había muerto tiempo atrás.
El hijo, de 60 años, les dijo a sus vecinos de un pueblo del Véneto (en Italia) que su madre, llamada Helga Hengbarth, había regresado a su país de origen, Alemania, y logró cobrar alrededor de 156.000 euros en el transcurso de los años mencionados.
Pero la mentira fue descubierta por los Bomberos y la Policía el pasado 25 de mayo. Los servicios de emergencia entraron al domicilio y descubrieron el cadáver de la mujer, envuelto y guardado en una bolsa para cadáveres puesta encima de la cama. La misma cama, por cierto, que compartían madre e hijo cuando estaba viva.
El hombre no estaba cuando se hizo el macabro descubrimiento, pero se entregó a la policía después de ser descubierto.
NO PODÍAN CONTACTAR CON LA MUJER
La policía había intentado contactar repetidas veces con Helga, ya que la jubilada no había reclamado la tarjeta de seguro médico incluso durante la pandemia por la COVID-19 en 2020.
Ante la sospecha, llamaron al domicilio de Helga y, como nadie respondió, entraron para hacer el sorprendente descubrimiento. Por ahora, los fiscales Bruno Bruni y Alberto Sergi ordenaron una autopsia del cadáver para determinar las causas y circunstancias que rodearon la muerte de la pensionista. Los agentes no entienden cómo pudo mantener por tanto tiempo la mentira ni cómo se las arregló para cobrar la pensión.
