El Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès instalará 33 cámaras de videovigilancia en 13 puntos de toda la ciudad donde en los últimos años se han acumulado varios conflictos. Denuncias por robos, peleas, tráfico de drogas y ocupaciones delincuenciales son los motivos principales que han motivado la elección de los lugares donde se ubicarán los aparatos.
Se prevé que entren en funcionamiento de aquí a seis meses, según han detallado este miércoles el alcalde Pere Regull y el concejal de Seguridad Ciudadana, Joan Manel Montfort. Si bien han augurado que las cámaras disuadirán a los delincuentes e incívicos, también han advertido que “no son la solución” definitiva y han reclamado un cambio legal para “proteger realmente a los ciudadanos” y detener a los reincidentes.
Las nuevas cámaras se sumarán a las tres que ya hay instaladas desde hace más de dos años en los espacios más concurridos del centro -la plaza de la Vila, Jaume I y la Rambla Sant Francesc-.
