A Ron Nessman últimamente no le iban muy bien las cosas. Era un camionero en el paro, hasta hace poco sin techo que vivía sin esperanza en Hesperia, California. Hasta que hace pocos días la suerte le cambió y se convirtió en la persona correcta en el lugar correcto.
En un centro de lavado de coches una mujer está terminando de colocar la sillita infantil, en los asientos traseros de su SUV, cuando el cochecito de su sobrino, que estaba al lado, fue desplazado por una rampa abajo, debido a una fuerte ráfaga de viento.
La mujer, de unos 60 años, intentó perseguirlo, pero tropezó y luchó por levantarse inútilmente. Donna Gunderson, una testigo, explicó que oyó a una mujer pidiendo ayuda y después vio que el bebé iba pendiente abajo hacia una autopista de seis carriles.
HÉROE SIN CAPA
Fue entonces cuando su hermano, Ron Nessman, sin pensárselo, corrió hacia el cochecito de bebé y lo detuvo, salvando a la criatura de una muerte más que probable. “Sabía que podía llegar al cochecito y así lo hice, y estoy agradecido por ello, porque realmente no me gustaría ver el resultado final si no hubiera estado”, dijo este pasado miércoles.
En Bear Valley Road el límite de velocidad es de unos 65 km/h, aunque los coches pasaban a más de 80 km/h, en aquel momento. Después de rescatar al niño, Nessman fue a ayudar a su tía, que estaba en el suelo con las rodillas rozadas y sangrando.
“Hizo todo lo que pudo para levantarse”, dijo Nessman a los medios. “Todavía estaba conmocionada y lloraba”.
UN CAMBIO DE SUERTE
Nessman sabe lo que es necesitar una mano amiga. Explicó que la última vez que trabajó como camionero fue en 2018. Después se quedó sin hogar. Su hermana lo acogió hace apenas tres meses, cuando empezó a reconstruir su vida.
“Si quieres algo diferente, tendrás que hacer algo diferente, y hoy quiero algo diferente de la vida”, declaró Nessman a ABC News. Desde el miércoles ya le han propuesto cinco ofertas en firme de trabajo.