Christian Gerardo Quispe, un reputado odontólogo que fue encontrado sin vida y con signos de tortura en un descampado a pocos metros de la carretera Panamericana Sur, en Lurín (Perú), habría sido víctima de una venganza llevada a cabo por una extrabajadora que no soportó haber sido despedida.
De acuerdo con la Policía Nacional del Perú (PNP) la chica habría contactado con la banda de delincuentes "Los Malditos de Cahua" después de ser despedida por Quispe. Ya con la víctima en su poder, pidió unos 25.000 euros a su familia a cambio de su liberación.
UN TERRIBLE VÍDEO PIDIENDO LA LIBERACIÓN
A través de un vídeo enviado por sus secuestradores, Christian Quispe, aún con vida, apareció pidiendo a la familia que abonara el rescate por su liberación y no denunciaran el hecho a la policía, ya que sabían que su padre era un agente retirado.
"No hagas una estupidez, no llames a la policía. No involucres a nadie. Ni al gobierno. Nada, por favor. Haz lo que ellos digan. Ellos saben que tú eres policía, papá. Ellos saben dónde mi hija está jugando, dónde estudia. Papá, mi vida depende de ti, ayúdame", se le oyó decir al odontólogo en la grabación de 24 segundos.
DESMANTELADA LA TRAMA CRIMINAL
Las fuentes policiales revelan que el móvil del homicidio habría sido una venganza cruel de la mujer despedida. Esto se determinó tras la captura de Joel Eduardo Manrique Castillo, el hombre que llevó a Quispe al lugar donde acabó siendo torturado y asesinado.
"Hemos capturado a un delincuente venezolano y hemos confiscado el vehículo con el que lo capturamos. En el interior se han encontrado cabellos y vales que pertenecían al odontólogo. También encontramos un cargador y cartuchos para arma de fuego", añadió el mando policial.
Asimismo, se dio a conocer que junto con la mujer también estarían involucrados en el secuestro cuatro personas más, mientras que seis más se encargaron de custodiarlo.