Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres en situación irregular, liberando a seis víctimas, según informa la Jefatura Superior de Policía de Madrid en una nota de prensa que recoge Europa Press.
https://youtu.be/8hivOM3AbSUSus integrantes contaban con tareas definidas dentro de la organización, como captadores a través de internet, conductores que trasladaban a las víctimas a los lugares donde debían ejercer la prostitución o controladores.
Las mujeres vivían amontonadas en un sótano y eran obligadas a trabajar las 24 horas del día los siete días de la semana y a consumir sustancias estupefacientes durante los servicios sexuales.
En el chalet de Leganés y el piso de Móstoles (ambos en Madrid) donde se practicaba la actividad, también se vendía cocaína y fármacos para potenciar la actividad sexual. Los agentes de la policía liberaron a las seis víctimas y arrestaron a los 10 componentes de la organización en el registro de estos inmuebles.
INVESTIGADOS DESDE MARZO
La investigación se inició en el mes de marzo cuando, gracias a un testimonio recibido en la dirección de correo tracta@policia.es. El cuerpo armado localizó a una mujer en situación irregular que era obligada a ejercer la prostitución en un chalet de Leganés con 11 mujeres más que se publicitaban con anuncios en páginas especializadas en prostitución.
La tarea de encargadas del lugar la llevaban a cabo dos mujeres de la organización que recibían los pagos por los servicios sexuales por adelantado y que traficaban con sustancias estupefacientes.
Este inmueble contaba con un sistema de videovigilancia que controlaba los accesos y movimientos de las mujeres explotadas en el interior.
Los agentes constataron que los clientes antes de llegar hacían una llamada de teléfono para ser monitorizados por las cámaras de seguridad y posteriormente una mujer abría la puerta y salía a encontrarla.
Además, las mujeres no tenían llaves del domicilio, solo podían abandonarlo acompañadas cuando las trasladaban a hacer un servicio a otro lugar. Convivían en una situación infrahumana, amontonadas en habitaciones del sótano sin ventilación alguna.
'MULTAS' PARA LAS VÍCTIMAS
También existía un "sistema de multas" para coaccionar a aquellas que no hacían lo que se les pedía. Los agentes también localizaron otro inmueble en Móstoles donde trabajaban seis mujeres y era regentado por una pareja que tenía a otra mujer que hacía las funciones de encargada.
El 13 de junio pasado se produjo la detención de 22 personas, diez pertenecientes a la cúpula de la organización, como presuntas autoras de los delitos de prostitución, contra la salud pública, abusos sexuales y la ley de extranjería.
Confiscaron varios cuadernos con anotaciones donde se programaban tanto los servicios como los pagos y el dinero en metálico recibido. Encontraron también un documento donde se aleccionaba a las víctimas en caso de ser localizadas por la Policía y diversas sustancias estupefacientes como hachís o cocaína.