La Feria de Santiago de Santander, en España, registró una espeluznante cogida que podría haber tenido un fatal desenlace para el torero peruano Andrés Roca Rey, de 27 años.
El 'diestro' sufrió el pasado martes un politraumatismo en la rodilla izquierda y contusiones múltiples de “pronóstico reservado” a raíz de dos cogidas durante el cuarto día de corrida.
Según los comunicados del Servicio Médico de la Plaza de Toros de la capital cántabra, el matador presenta un conjunto de lesiones traumáticas que afectan el “cuello, cara, muslo derecho y rodilla izquierda”.
La prensa española más castiza tituló: “Pudo haber sido fatal. Un milagro”, “El diestro peruano vuelve a nacer: arrestado por su primer toro, pasa a la enfermería y sale para acabar con el último, que lo estampa contra los tablones”, “No hizo caso el toro a la muleta y lo cogió de lleno, llevándolo mecido hasta los tablones. Horripilante el choque y la paliza posterior”.
VIVE DE MILAGRO
Su director de comunicación, José Ramón Lozano, confirmó a la prensa que, después de una noche de dolores intensos, fue trasladado a Sevilla para someterse a pruebas médicas adicionales y poder iniciar la recuperación desde su domicilio.
También ha referido que los facultativos han recomendado un reposo absoluto durante las 48 horas venideras, de manera que su patrocinado ya no viajará a Perú y espera estar recuperado para actuar este agosto en las Fiestas Colombinas de Huelva.
“Dependerá de la evolución, pero conociendo a Andrés seguro que intentará estar allí. Ojalá las pruebas y la evolución sean favorables”, señaló.
Posteriormente, la web oficial del matador difundió un comunicado sobre su pronóstico: “La seguridad y bienestar de Roca Rey es nuestra principal preocupación en estos momentos. Mantendremos a los aficionados y seguidores informados sobre su condición y progreso”, señala la misiva.
MORIR EN EL 'RUEDO'
En 2019, después de recibir una cornada en Madrid que lo mantuvo cinco meses alejado de las plazas, el torero había admitido a El Comercio que no le “gustaría morir” durante una corrida.
“Algunos lo tenemos más asumido, otros menos. Creo que la muerte es algo que estará ahí para nosotros. Es una de las verdades de la vida, pero es verdad que no me gustaría morir por la cornada de un toro. ¿A quién le gustaría eso?”, dijo entonces, cuando llegó al país a presentarse en la plaza de Acho.
“Me gustaría morir de viejo y dormido, pero es verdad que si me dan a elegir entre una muerte en la carretera, en un accidente, a morir en una plaza de toros, está claro que elegiría morir delante de un toro y en una plaza de toros”, remató.