El sábado pasado Caxixa y Bonjhuà, los gigantes judíos de Tortosa, lucieron vestidos nuevos, y lo hicieron en una ocasión muy especial, la celebración de la Jornada Judía en la capital del Baix Ebre. Esta jornada, organizada por la Judería de Tortosa por tercer año consecutivo, está inspirada en la celebración de la fiesta judía de la Hanukkà.
La Hanukkà, también conocida como fiesta de la Dedicación, estaba muy presente en el calendario tortosino de la edad media, cuando en la ciudad convivían cristianos, judíos y moriscos. La Hanukkà conmemora la victoria de Judas Macabeo frente a los antíocos en el s. II aC, cuando se purificó el Templo, que había sido profanado. Se celebra el 25 del mes de kislev, del calendario judío, que este año coincidía con el 12 de diciembre.
La fiesta de la Dedicación dura ocho días. También se le llama la fiesta de las Luces, porque durante estos días se encienden lámparas en recuerdo del nuevo encendido de la luz sagrada del Templo, en el año 165 aC. Es también cuando se enciende la menorá, el famoso candelabro de nueve brazos.
La mayoría de las actividades de la jornada del sábado, todas gratuitas, tuvieron lugar en el Museo de Tortosa, siempre en presencia de la pareja protagonista de gigantes. Primeramente, hubo una charla de Sílvia Planes, directora del Museo de Historia de los Judíos de Girona. Posteriormente, Blanca, la judía de Tortosa, con su compañero a la guitarra, relató la historia de Na Caxixa, en quien se inspira la giganta tortosina.
Antes de comer, los gigantes judíos celebraron que estrenaban indumentaria con un baile en el Patio de los Limoneros, al son de las grallas de la Colla Gegantera de Tortosa. La tarde comenzó con una visita al Call judío de la ciudad, guiada por Ramon Ferré. La judería de Tortosa volvió a intervenir para cerrar la jornada, recordando la fiesta de Hanukkah.
MARTA MILIAN ARIÑO
