Vecinos y comerciantes de la plaza Pau Casals denuncian molestias y desperfectos causados por los niños que juegan a la pelota

22 de mayo de 2018 a las 16:55h

Vecinos y comerciantes cercanos de la plaza Pau Casals de Lleida denuncian las molestias causadas por los niños que juegan a la pelota, por el ruido hasta altas horas de la noche y por la suciedad que se acumula por el "botellón". Varios comerciantes dan su testimonio sobre los perjuicios derivados de esta problemática, la cual tiene lugar desde la misma reforma de la plaza. Maria Dolors Camps, de la tienda Tot Mascota, explica que algunos niños y niñas juegan con la pelota en el parque, hasta altas horas, y que a los clientes les da miedo pasar porque pueden recibir un pelotazo. Además, afirma que "ensucian la plaza" y "hacen que no parezca un lugar comercial". Por otra parte, Javier Mayor, propietario de Taleia Modelismo, una tienda ubicada en la plaza desde hace más de 25 años, apunta que "conseguimos que la plaza se remodelara después de años de lucha, y ahora se ha convertido en un campo de fútbol, con partidos diarios de hasta 40 niños". Explica que han avisado a la Paeria y que, como respuesta, se envía a la Guardia Urbana o a los Agentes Cívicos a la plaza para hacer que se cumpla la normativa, pero que los partidos y el ruido se reanudan cuando se marchan los agentes. Mayor recuerda la plaza antes de su remodelación, cuando estaba cerrada por muros, los cuales "ocultaban la drogadicción y el botellón" y querían que quedara una plaza abierta y limpia para pasear. La reforma llegó, pero con ella esta nueva problemática que se salda con rótulos rotos, cristales dañados y suciedad y ruido hasta altas horas de la noche derivados de los "botellones". Utilizan algunas fachadas como porterías. Por su parte, Mari Carmen Molins, vecina de la plaza explica que los pelotazos incontrolados de los niños perjudican "tanto a nosotros como a los coches" y que es "peligroso para ellos mismos, porque salen a la carretera sin mirar". Según ella, esta problemática se agrava en verano, durante los 3 meses de vacaciones escolares, durante los cuales "sufrimos más pelotazos, gritos y suciedad". En este sentido, Molins propone que el Ayuntamiento "podría colocar mobiliario urbano que les impida poder jugar al fútbol". El próximo 8 de junio se celebrará la Noche Abierta en la Zona Alta de Lleida, y la comunidad vecinal presentará un escrito antes de la fecha denunciando esta situación. En este sentido, más de un centenar los comercios y tiendas situados en la zona de las calles Vallcalent, Torres de Sanui, Balmes y demás adyacentes se han sumado a la recogida de firmas. El portavoz del PDeCAT, Toni Postius, afirma que esta problemática existe desde la misma reforma de la plaza y que ésta supone "un problema de convivencia y de civismo que está causando perjuicios a los vecinos, a los comerciantes y a las personas que pasan por allí". Se trata de una situación "desesperante", especialmente para los comerciantes, los cuales han tenido que pagar varios arreglos y desperfectos en sus negocios. El concejal explica que los vecinos están recogiendo firmas para instar al Ayuntamiento a que actúe y que se haga cumplir la normativa de la plaza, donde se especifica claramente que no se puede jugar a la pelota, que a partir de las diez de la noche no se puede hacer ruido o que, evidentemente, no se puede beber alcohol. El grupo municipal pedirá en la próxima Comisión Urbanismo que el Ayuntamiento destine un mediador social a la plaza de forma constante para que las familias cumplan la normativa y ofrecer alternativas. Por ejemplo, en el caso de los niños que juegan al fútbol en la plaza podrían hacerlo en otras zonas de la ciudad, como las plazas que estén habilitadas o los centros educativos donde podrían realizar diferentes prácticas deportivas. Finalmente, Postius explica que en caso de que esta dinámica se mantuviera, "no sólo se debería actuar desde los Agentes Cívicos, sino desde la aplicación de las propias ordenanzas".

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