Algunos vecinos de la zona Residencial Palau-Torres Jordi han criticado la presencia de orines de perro, así como los malos olores que se derivan. En este entorno residencial, cuando los vecinos salen de casa, a menudo un persistente hedor abofetea su sistema olfativo. El motivo de este hedor son los orines de perro, que día tras día, salpican las esquinas y farolas del barrio. Los malos olores se han acentuado también gracias al aumento de las temperaturas y han llegado a oxidar la parte inferior de algunas farolas.
Arnau A. N. es un vecino de Torres Jordi que sufre diariamente los malos olores. "Todos los propietarios de perro tienen claro que deben recoger los excrementos del animal, pero... ¿qué pasa con los orines?" comenta el vecino, asegurando que "no estoy diciendo que vayan a limpiar los orines con una fregona, pero quizás deberían echar un poco de agua para que no huela tanto". Según nos comenta, la suya es una zona donde va mucha gente a pasear al perro y, aunque algunos vecinos echan azufre en algunas esquinas para evitar que los perros orinen, no se ha conseguido. "Muchas farolas están oxidadas por culpa de los pises de perro", asegura Arnau, que afirma que Torres Jordi siempre huele mal.
El presidente de la Asociación de Vecinos Residencial Palau-Torres Jordi, Jordi Salvadó, ha explicado a este medio que, aunque sí que son visibles los pises de perro, él no ha percibido los malos olores ni ha escuchado comentarios al respecto. Asimismo, desde la asociación tampoco se ha recibido ninguna protesta con respecto a los malos olores provocados por los orines de perro, aunque sí que se han recibido algunas quejas por el gran número de perros que hay en el barrio. "Nunca he oído comentarios sobre los malos olores, pero sí que algunos vecinos se han quejado de los perros" ha afirmado el presidente.
