URVIART acerca el universo Pompeu Fabra al campus Terres de l'Ebre

17 de mayo de 2018 a las 11:20h
¿Hacemos un uso correcto del catalán? ¿Cuál es la huella que Pompeu Fabra ha dejado a través de su obra gramatical, léxica y ortográfica en la lengua que usamos cada día para expresarnos y comunicarnos? La #ACCIÓN 10 del Espacio de Creación Colectiva URVIART del campus Terres de l'Ebre de la URV interpela a la comunidad universitaria a reflexionar sobre estas cuestiones. Lo hace coincidiendo con el Año Fabra con motivo del 150 aniversario de su nacimiento y comisionado por el catedrático del Departamento de Filología de la URV, Jordi Ginebra, quien impartirá una conferencia el mes de septiembre en el campus ebrense. URVIART es un proyecto participativo de la arquitecta Cristina Bestratén, coordinado por la responsable del Campus Extens de la URV en Tortosa, Núria Gil, que esta vez también ha contado con la colaboración del filólogo ebrense Jordi Duran. Con el título "Pompeu Fabra desde el diccionario de 1932", la nueva acción de URVIART tiene como objetivo acercar la figura del maestro Fabra y también de su obra a la comunidad universitaria. "Pone en valor la ingente tarea que llevó a cabo durante toda su vida para normalizar el catalán en todos los ámbitos de la vida, lo cual es imprescindible en el año de su aniversario, así como también queremos reflexionar sobre el cuidado que hay que tener a la hora de escribir siguiendo la norma e impulsar desde la universidad, los institutos y las escuelas que todos los estudiantes lo hagan con el máximo rigor", señala Núria Gil. De hecho, a finales del siglo XIX, cuando Fabra empezó a interesarse por la lengua que hablaba, esta era una lengua empobrecida, muy castellanizada y sin unificación ni fijación gramatical, que sólo se utilizaba en el ámbito familiar y privado. "Enferma y malhablada", como la calificó él mismo y donde se podía encontrar en un mismo texto la misma palabra escrita de maneras diferentes. Fabra se dedicó a poner orden. Fue el "juicio ordenador" de la lengua. Sus obras capitales serían la Gramática catalana de 1918 que tuvo vigencia hasta 2016 o el Diccionario general de la lengua catalana, publicado en 1932. "Para hacerse una idea de la complejidad de esta tarea, conviene saber que, por ejemplo, Fabra tuvo que decidir qué forma admitía entre las trece variantes formales posibles del adverbio entonces", explica Jordi Ginebra en su obra Pompeu Fabra y la codificación del catalán, en referencia al Diccionario. La nueva propuesta ideada por Bestratén, que está acompañada por textos de Jordi Duran, invita a la comunidad universitaria a viajar en el tiempo a través de la lengua y a buscar, marcar y corregir aquellas palabras prefabricianas y también otras que parecen incorrectas y que se utilizan a menudo. "Aún hoy en día se escriben palabras en catalán de manera incorrecta y lo que busca la instalación es que también se genere duda entre los participantes de si están escribiendo bien o mal determinadas palabras y dar la opción a los demás a corregirlas", apunta Cristina Bestratén.