El Parque de Navidad de Altafulla, que este año cumplía su séptima edición, ha terminado tres días de apertura en el Pabellón Municipal con un éxito de público indiscutible. Unas 2.500 personas, según la organización, han pasado por el parque, que ha contado con un amplio abanico de atracciones inflables para los niños, así como talleres y actividades diversas. La concejala de Fiestas, Montse Castellarnau, ha hecho una valoración muy positiva de la edición de este año, en la que solo ha lamentado que no pudieran contar con las unidades móviles de Ambulancias y Bomberos de la Generalitat porque tuvieron que efectuar diferentes salidas de emergencia.
Una de las novedades de esta edición que más ha valorado el público infantil ha sido el Super Bigotis, un tobogán gigante inflable que ha sido el disfrute por excelencia de los niños. La concejala de Fiestas ha agradecido la colaboración de la Brigada Municipal, la Policía Local, presente también en el parque, y de otras entidades y particulares por convertir el Parque de Navidad en un referente en la comarca. La entrada al parque durante los tres días ha sido libre.
