Los Mossos d'Esquadra han detenido esta madrugada en Girona a un ciudadano esloveno por desórdenes públicos, después de que la policía fuera alertada de la supuesta presencia de dos bombas en dos autocares que hacían el trayecto entre Murcia y Francia. Finalmente, los Tedax y la unidad canina han descartado cualquier tipo de explosivo y los vehículos han podido continuar su trayecto sin uno de los pasajeros, según han explicado fuentes policiales.
Los hechos han ocurrido poco antes de la medianoche de este viernes cuando el conductor de un autocar que debía parar en el área de servicio de la AP-7 en el Empordà, en Garrigàs, ha llamado a la policía catalana explicando que un pasajero decía haber oído una conversación entre dos magrebíes en la que sostenían que aquel autocar y uno que venía a unos kilómetros de distancia explotarían con pocas horas de diferencia. Debido a la alerta por terrorismo, y más después de los dos atentados en Barcelona y Cambrils, los Mossos han hecho detener los dos vehículos, uno en Garrigàs y el otro en la estación de autobuses de la ciudad de Girona. En Girona, la estación ha quedado medio bloqueada, y el resto de autobuses tenían que dar una vuelta para entrar. Cerca se han situado dotaciones de bomberos y ambulancias. Los pasajeros han sido obligados a bajar y a quedarse en la zona de las taquillas de la antigua estación de buses. Una vez se ha descartado la presencia de explosivos, ya bien entrada la madrugada, los vehículos han seguido su viaje con unos cincuenta pasajeros cada uno, pero uno de los pasajeros, esloveno, ha quedado detenido por desórdenes públicos después de provocar pequeños altercados y proferir amenazas.
