Una diócesis se declara en bancarrota por cientos de demandas de abuso sexual

15 de mayo de 2023 a las 09:16h

La Diócesis de Oakland, en el norte de California (Estados Unidos) se ha declarado en bancarrota tras recibir más de 300 demandas de abuso sexual contra sacerdotes que forman parte de ella.

En un comunicado emitido por el obispado, el obispo Michael C. Barber ha informado de que la diócesis se ha acogido a la quiebra bajo el Capítulo 11 del Código de quiebras de los EUA debido a las más de 330 demandas que alegan abuso sexual infantil que les han presentado en contra.
Una ley reciente del Estado de California permite que se presentaran reclamos de décadas de antigüedad que, de otro modo, habrían prescrito. El obispo detalla que las escuelas católicas que operan en la diócesis no se verán afectadas y «seguirán funcionando con normalidad».
«A los empleados se les pagará como de costumbre y sus programas de beneficios continuarán sin interrupciones. A los proveedores se les pagará por todos los bienes y servicios entregados después de la presentación. La diócesis continuará sirviendo a los 550.000 católicos en East Bay y llevará a cabo sus muchas obras de misericordia a través de sus parroquias y centros pastorales» asegura el comunicado.

DEMANDAS DE DÉCADAS PASADAS

La mayor parte de las denuncias presentadas provienen de denuncias de abuso sexual que tuvieron lugar en las décadas de 1960, 1970 y 1980 por parte de sacerdotes que ya no están activos en el ministerio o bien que han muerto.

El obispo de la diócesis, asegura que el procedimiento de quiebra es el más adecuado, tanto para que los denunciantes afectados puedan cobrar compensaciones, como para que la diócesis estabilice sus finanzas y 'Continúe la sagrada misión que Cristo y la Iglesia nos han encomendado'.

“Es importante que asumamos la responsabilidad por el daño causado para que todos podamos superar este momento y brindar a los supervivientes un poco de paz”, dijo. “Lamentablemente, para muchos, el dolor causado por estos horribles pecados, sin importar cuándo pasaron, nunca desaparecerá, por lo que ofrecemos apoyo a los supervivientes y rezamos por su curación continua”.