Un estudio del Consejo de Colegios de Enfermeras y Enfermeros de Cataluña asegura que los riesgos psicosociales de los profesionales de este sector son mayores por las condiciones de trabajo del colectivo, con jornadas muy largas, horarios poco convencionales o cargas elevadas de trabajo, sobre todo en el caso de los enfermeros y enfermeras que trabajan en el hospital, donde tienen más trabajo y participan menos de las decisiones de los centros. Así, el estudio demuestra que los enfermeros tienen un 35,6% más de riesgo de sufrir problemas de salud mental como la depresión, la angustia y la ansiedad, muy por encima de otros profesionales de la salud, del 18-20%, o de la población general que se fija en un 9,7%. El estudio también concluye que uno de cada tres enfermeros duerme menos de 6 horas al día, y una proporción similar cree que sufre ''precariedad laboral'', que genera tensión y frustración, que a su vez causa el poco control del mismo trabajo, la poca participación en las decisiones comunes y el poco apoyo del equipo de trabajo y de los superiores. Por otro lado, una de cada tres enfermeras considera que su situación laboral es insegura, sobre todo las menores de 40 años que trabajan mayoritariamente con contratos de interinidad o temporalidad. Además, un 33,7% realiza jornadas sin horario fijo, por turnos de día, noche o fines de semana, es decir, un tipo de jornada difícilmente compatible con la conciliación familiar y social. A esta situación laboral, el estudio le suma la bajada de sueldos que ha afectado al 83% del conjunto, sobre todo los profesionales que trabajan en el sector público o concertado, y que trabajan en un centro de atención primaria, donde se ha llegado a perder hasta el 41,4% del sueldo. La decana del Consejo de Colegios de Enfermeras y Enfermeros de Cataluña, Núria Cuxart, ha defendido que el informe confirma "lo que ya intuíamos'' y considera que ''la sensación de cierto maltrato del colectivo'', está muy presente entre los profesionales y tiene un impacto directo en su salud. Por eso, pide a los centros de trabajo medidas para poner solución a esta situación que afecta, precisamente, a los profesionales que cuidan de los ciudadanos. Según Miquel Vilardell, presidente de la Fundación Galatea, que ha participado en el estudio, los resultados deben ayudar a diseñar intervenciones tanto preventivas como asistenciales que mejoren el bienestar de los profesionales que revertirá sobre los ciudadanos que atienden.
