A partir de las 9.00 horas, las urnas de los colegios electorales comenzarán a recibir los votos que decidirán la composición del próximo Consejo General y las mayorías gubernamentales. Xavier Espot y la coalición encabezada por Demócratas aspiran a la mayoría absoluta, mientras que sus aliados buscan ser determinantes para la nueva mayoría y los contrincantes de los naranjas anhelan un cambio. En 2019 estos vientos de cambio se quedaron a medias. El curioso acuerdo entre Liberales y PS en las territoriales permitió que DA perdiera la mayoría absoluta, pero no truncó su continuidad. Ahora la situación de cada partido es muy diferente.
Demócratas suma esfuerzos en la lista nacional con sus compañeros de gobierno de Ciudadanos Comprometidos y también con ACO y UP. Además, han construido alianzas territoriales con Acción y Liberales, una fórmula que espera desarticular la fuerza de la oposición. En cuanto a los Liberales, se encuentran en un momento crucial. Esperan que la escisión a su izquierda no les desgaste lo suficiente como para perder la representación en la lista nacional. Si consiguen ser determinantes en las mayorías del Consejo, estarían destinados a tener peso dentro del ejecutivo. Además, la incorporación de la figura de Cabanes podría recoger a los antiguos votantes del PLA y salvar los muebles.
Por su parte, Acción -escisión socioliberal de L'A- lo tiene aún más difícil para conseguir los votos suficientes para entrar con grupo propio. En campaña han intentado reivindicar ciertos valores, normalmente asociados con la izquierda, desde una posición del liberalismo europeo. Por eso, corren el riesgo de quedar en tierra de nadie o ser el "partido bisagra" que quieren representar.
El PS es quien ha agitado más la precampaña y la misma campaña gracias a la reconciliación progresista con sus antiguos compañeros del SDP. Pere López es el mejor posicionado para suplir a Xavier Espot y encabeza las fuerzas que apuestan por el cambio. En la lista nacional lo tiene prácticamente imposible para superarlo, pero una movilización masiva de los suyos y el llamamiento al voto útil en las parroquias podría llevarlo a dar la sorpresa en algunos territorios. Después, seguramente tocaría entenderse con el resto de formaciones de la oposición. Una tarea nada fácil.
Concòrdia busca un estreno electoral dulce. Los de Cerni Escalé se mueven en unas coordenadas políticas diferentes de DA y el PS, dos formaciones que podría erosionar este 2 de abril. Probablemente, sus aspiraciones no son alcanzar la victoria este 2023, pero sí conseguir suficiente fuerza para ser determinantes en la cámara y hacerse notar. La duda está en qué harán en una hipotética investidura. Lo que es seguro es que no entrarán en ningún gobierno de coalición que no encabecen.
Por último, Andorra Endavant es un verso libre, complicado tanto de ubicar ideológicamente como de predecir su rendimiento electoral. Sus resultados pueden ayudar a medir hasta qué punto la población está harta de la actual situación. En Europa, partidos de la nueva izquierda o de derecha radical han sabido surfear la indignación con los políticos y el sistema en estos últimos años. Está por ver si en el Principado este sentimiento tiene tanto peso como para catapultar una formación como la de Carine Montaner. Además, podría ser una de las grandes ganadoras de la ausencia de terceravía. En la última encuesta, eran la candidatura por quien más se decantaban los votantes de la formación conservadora, pero la muestra probablemente no era lo suficientemente representativa para sacar conclusiones.
Como siempre, la principal batalla se encontrará en las listas territoriales, que nos pueden ofrecer un escrutinio taquicárdico.
Escaldes-Engordany, muy diferente de 2019
En Escaldes-Engordany habrá que observar qué resultados tienen el cambio de coaliciones. En 2019, Marc Magallón, que en aquel momento militaba en Liberales, iba a la candidatura de Acuerdo con PS. Entonces, la diferencia de aquella coalición con Demócratas fue de poco más de un 1%. En estas elecciones, Magallón va en alianza con Demócratas como miembro de Acción. Por su lado, PS SDP+ esperan que el sobresalto no les afecte lo suficiente como para perder los dos consejeros generales en la parroquia gracias a los posibles votos que podría aportar SDP, con más del 8% en 2019. El tercero en esta pugna será Concòrdia. En campaña, la nueva formación ha recibido en carta manera el apoyo de la cónsul mayor Rosa Gili, que asistió a su reunión de pueblo. Los 'bategadors' no han venido a hacer de espectadores.
Andorra la Vella, con toda la artillería
Si las diferencias entre d'Acord y Demócratas fueron justas en Escaldes-Engordany, en Andorra la Vella aún fueron más exiguas. DA no se ha estado por medias tintas en la capital y presenta como cabeza de lista a la hasta ahora cónsul mayor, Conxita Marsol, en su alianza con Liberales. Como en Escaldes-Engordany, la suma de SDP, con casi un 15% en 2019, al PS podría llevar el duelo a unas distancias poco pronunciadas. Aquí, sin embargo, entran dos formaciones más para atomizar el voto de la oposición: Concòrdia y Andorra Endavant.
Sant Julià de Lòria, huérfana
Seguramente, una de las parroquias más imprevisibles es la de Sant Julià de Lòria. Hasta ahora había sido el feudo de Unió Laurediana, pero sin su participación pueden quedar huérfanos de partido hegemónico. Demócratas + Liberales quieren hacerse con sus votos, al igual que Andorra Endavant. Sin embargo, Concòrdia, que se ha unido a Desperta Laurèdia, espera recoger este sentimiento de pertenencia laurediana al ser el único partido parroquial de entre todas las candidaturas. Finalmente, el PS SDP+ intenta no perder fuelle en la lucha.
Encamp, el aliento socialdemócrata
Encamp es una de las otras parroquias ajustadas, sobre todo porque sólo se presentan dos candidaturas. En 2019 se decidió por un puñado de votos y la reestructuración de aliados podría cambiar las mayorías. Demócratas se une Units pel Progrés para combatir la coalición de PS y Agrupament Encampadà. Además, los socialdemócratas podrían recoger un buen número de los votos de Progressistes SDP, aunque no participen en la alianza.
Ordino, Grifols en la agenda
En Ordino, las territoriales se podrán leer en clave Grifols. Por un lado, Demócratas, Liberales y ACO defienden sin tapujos el laboratorio. Por otro lado, PS se suma a Per Ordino, ambos contrarios al proyecto al común, para convertir las elecciones en el referéndum que el gobierno comunal no quiere celebrar. Además, Andorra Endavant también se añade en esta negativa con su candidatura antiGrifols, un hecho que puede restar impacto a los socialdemócratas.
La Massana, ¿tsunami de CC?
En la Massana Ciudadanos Comprometidos + DA son los máximos favoritos. Además, sus contrincantes van divididos en dos candidaturas: PS SDP+ y Acció, que han prometido no investir un gobierno integrado por CC si salen consejeros generales por la parroquia.
Finalmente, en Canillo sí que está todo el pescado vendido, ya que sólo se presenta Demócratas.