El pasado lunes, los equipos de emergencia de Colesville, en el estado de Nueva York, recibieron un aviso según el cual una mujer y un niño habían recibido un disparo con una ballesta.
Según la policía, Patrick D. Proefriedt, de 26 años, se peleó con su mujer y le disparó con la ballesta mientras sostenía a su hija de 3 semanas, Eleanor M. Carey. La ballesta impactó contra la bebé en la parte superior del torso, saliendo cerca de la axila antes de clavarse en el pecho de la madre.

Proefriedt les arrancó la flecha, impidiendo que su mujer llamara al 911, después huyó del lugar con una pickup Dodge Ram roja del 2016, antes de que la policía llegara a la escena del crimen.
Cuando llegaron los agentes encontraron el arma e intentaron salvar la vida de la pequeña antes de que llegaran los paramédicos. Por desgracia, cuando llegaron solo pudieron certificar su muerte. Su madre fue hospitalizada y, a estas alturas, se desconoce el alcance de sus heridas.
DETENIDO Y ACUSADO
Después de huir, el vehículo de Proefriedt quedó atrapado en el barro en un bosque cercano, y la oficina del sheriff del condado de Broome, con la asistencia de la policía del estado de Nueva York y la oficina del sheriff del condado de Chenango, localizaron a Proefriedt en menos de una hora.
El sheriff del condado de Broome, Fred Akshar, explicó que Proefriedt fue arrestado y acusado de asesinato en segundo grado e intento de asesinato, así como de desprecio criminal de primer grado por violar una orden de protección.

"Es un ser humano repugnante", dijo el sheriff Akshar en una conferencia de prensa el lunes. "Estoy contento, mientras estoy aquí, no tengo que preguntarme o preocuparme por dónde está el señor Proefriedt. Está exactamente donde pertenece, en los límites de este centro penitenciario. Y es mi deseo más profundo en nombre de Eleanor, que nunca, nunca más verá la luz del día".