Un juzgado penal de Barcelona ha dictado una orden de alejamiento a un grafitero a quien prohíbe acercarse al Metro de Barcelona durante medio año después de hacer pintadas en 2015. La sentencia, que aún no es firme, también condena al hombre a un año de prisión y a una multa. Según la sentencia, el condenado, junto con un menor, habría accedido sobre las 14 horas a la zona de aparcamiento de la estación de La Pau de la línea 4 del Metro, en julio de 2015, e hizo pintadas en dos vagones estacionados. El juez concluye que se trata de un delito de daños en bienes de uso público. El juez aplica la reforma del Código Penal que entró en vigor el 1 de julio de 2015 -cuatro días antes de que sucedieran los hechos- y que establece que las conductas que provocan daños superiores a los 400 euros no constituyan sólo una falta, sino un delito.
La sentencia, adelantada por la SER y a la que ha tenido acceso la ACN, también sustituye la multa de 1.080 euros impuesta al grafitero condenado por trabajos en beneficio de la comunidad, dada la insolvencia del hombre, que aún así deberá indemnizar a Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) con 2.187 euros que calcula que costó la limpieza y la reparación de los vagones. En cuanto al año de prisión, el juez también es favorable a suspender la pena siempre que el hombre no delinca en los próximos dos años y pague la indemnización prevista.