El Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha a principios de 2018 un equipo de mediación y prevención de conflictos para actuar en comunidades vecinales donde haya también pisos turísticos. Se trata de un programa para fomentar la convivencia entre los vecinos y los alojamientos de uso turístico legal. En paralelo, el consistorio sigue trabajando para erradicar los pisos ilegales. El proyecto estará formado inicialmente por cuatro personas que acudirán a las fincas donde se hayan registrado denuncias. Empezarán por Ciutat Vella y el Eixample, priorizando aquellos distritos que registran un volumen más elevado de pisos y también de quejas. Una veintena de viviendas concentran una cuarta parte de las incidencias denunciadas, según ha explicado el concejal de Turismo, Agustí Colom, durante la comisión de Economía y Hacienda. Unos 300 casos no se han podido solucionar.
En Barcelona hay 9.657 viviendas legales de uso turístico que ofrecen un total de 58.911 plazas de alojamiento. Según datos de los servicios de atención ciudadana del Ayuntamiento, anualmente se registran cerca de 2.000 incidentes relacionados con problemas de convivencia en este ámbito. La medida se ha trabajado con APARTUR, la asociación que agrupa los apartamentos turísticos en Barcelona, que también contará con una metodología y recursos para facilitar la convivencia ciudadana y prever conflictos. La asociación ha aplaudido este nuevo programa y ha recordado que se trata de una vieja reclamación suya. De hecho, hace años que trabaja en la creación de una oficina de atención al vecino que permitiera localizar los alojamientos turísticos con problemas de convivencia. El Colegio de Administradores de Fincas será protagonista activo de las relaciones en las escaleras de vecinos. Este programa servirá también para tener referencias cuantificables de las incidencias y evaluar propuestas de mejora.