La fiscalía pide casi 40 años de prisión para un exmiembro de los Castellers de Barcelona por haber abusado sexualmente de nueve menores de edad entre 2014 y 2019. Según la fiscalía, E.P.A. ha sido miembro de los Castellers de Barcelona durante 20 años, desempeñando diversas funciones y en los últimos años siendo técnico de la canalla de la colla. Aprovechando la confianza de las familias y de las niñas y adolescentes, las invitaba a menudo a su casa después de los ensayos o antes de las actuaciones. El hombre sabía hacer masajes y también las atraía con golosinas o sus comidas favoritas. Con esta excusa, les hacía masajes para que durmieran mejor o aliviaran dolores musculares y les tocaba el culo, los pechos o cerca de la zona genital.
También les decía que se quedaran con bragas y camiseta, sin sujetadores ni pantalones para que estuvieran más cómodas y él pudiera ver y tocar mejor su anatomía. Igualmente, entraba al baño sin avisar cuando sabía que había chicas duchándose.
Entre octubre y noviembre de 2014 a una segunda chica, de 17 años, le hizo poner la mano sobre su pene erecto mientras le hacía un masaje. La chica también se hizo la dormida y cambió de posición.
Respecto a tres menores más, entre los años 2014 y 2018, cuando tenían entre 10 y 17 años, les tocó el lateral de los pechos, el culo. En una ocasión, una de ellas le dijo que no le parecía bien que le tocara el culo, el casteller le dijo que el masaje se hacía de esa manera. En una ocasión, en junio de 2018, volviendo de una actuación en Valls, el hombre invitó a las menores a pasar la noche en su casa. Les hizo masajes y les acabó tocando el culo. De madrugada, una de las chicas se despertó por unos gemidos y vio cómo el hombre se masturbaba en la misma habitación mientras las miraba cómo dormían con camiseta y bragas.
Finalmente, a tres menores de 7 a 12 años, entre los años 2015 y junio de 2019, les tocó el culo por encima de las bragas, y a una de ellas le tocó el lateral de los pechos a pesar de que le habían dicho que no hacía falta, se giraban o hacían ver que estaban dormidas. A una de ellas, además, la vio desnuda mientras se duchaba porque insistió en llevarle él la toalla, a pesar de que sus compañeras le habían dicho que lo harían ellas.
Por todo ello, la fiscalía pide 39 años y 5 meses de prisión por seis delitos continuados de abuso sexual, cuatro de abusos sexuales y uno de exhibicionismo. También le pide cinco años de libertad vigilada después de salir de prisión, inhabilitación para cualquier ocupación relacionada con menores durante cinco años después de salir de prisión, prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas durante tres o cuatro años más que las penas de prisión impuestas, y 6.000 euros de indemnización a cada víctima por daños morales.