El paraje natural de Castell de Palamós forma parte del PEIN Castell-Cap Roig e incluye una de las playas mejor conservadas de la Costa Brava es un reclamo turístico muy importante, especialmente durante el verano. La presión del turismo, sin embargo, ha "puesto en riesgo" la conservación de este entorno natural, según palabras del alcalde, que este jueves ha detallado un proyecto de revalorización de la zona con el apoyo de diferentes departamentos de la Generalitat. Con una inversión de 743.000 euros, el proyecto incluye el traslado del actual aparcamiento de pago a la plana de Castell, que mantendrá las 660 plazas pero se ubicará en unos terrenos anexos, situado a unos 350 metros de la zona actual. Cada verano aparcan unos 50.000 vehículos. Para integrarlo mejor en su entorno y reducir su impacto visual, se hará una franja con árboles en la zona sur. También se mejorará el espacio de entrada a la playa y se hará un camino en paralelo al arroyo para facilitar el paso de peatones hasta la playa. Se prevé que las obras estén terminadas en otoño de 2018. De forma paralela, se impulsará un segundo proyecto para mejorar el camino de ronda actual.
La imagen de un aparcamiento lleno de vehículos en la plana de Castell, justo antes de llegar a esta playa de Palamós, no es la mejor carta de presentación de un paraje natural de gran interés paisajístico y ambiental. La zona es muy frecuentada por los turistas, dado que es una de las playas mejor conservadas de la Costa Brava, hasta el punto de que cada verano el aparcamiento de pago que se habilita recibe unos 50.000 vehículos. Una presión que, tanto el Ayuntamiento como la Generalitat coinciden en decir que "pone en riesgo" la conservación del entorno. Este jueves las dos administraciones han desgranado un proyecto que busca restaurar el entorno natural, integrarlo en el paisaje y reordenar el uso público que se hace de él. Tendrá un coste de 743.000 euros, la mitad del cual se asumirá con el Plan de fomento territorial de turismo de la Generalitat (financiado con la tasa turística) y la otra mitad, con los beneficios que aporta la explotación del aparcamiento de pago que cada año se habilita en este espacio natural. En total se prevén cinco actuaciones en este proyecto, que debería estar terminado en otoño de 2018 y que ha diseñado el equipo del paisajista Martí Franch. Por un lado, se restaurará la zona de aparcamiento permanente que hay al margen del de pago. Este primer espacio, que es el que queda más cerca de la entrada a la playa, tendrá un aforo reducido de vehículos fuera de la temporada alta y será sólo para vehículos especiales (emergencias, servicios o personas con movilidad reducida) durante la primavera, verano y otoño. Se plantará vegetación autóctona y árboles para restaurar una zona muy alterada en los últimos años. La segunda actuación y una de las más importantes es el traslado a unos 350 metros del actual aparcamiento de pago con capacidad para 660 vehículos, una cifra similar a la actual. El alcalde ha explicado que no han querido ampliarlo para no poner más presión al espacio y ha añadido que, cuando esté lleno, los usuarios deberán acceder a la playa a pie o en bicicleta. La nueva área hace 2,3 hectáreas –de las cuales 1,7 serán aparcamiento- es la que queda al fondo y junto a la carretera de acceso a Castell. Actualmente está rodeado de campos y una hilera de bosque en la parte norte pero se complementará con otra franja de árboles en la parte sur para integrarlo mejor en el paisaje y evitar el impacto que tiene actualmente. Se ha diseñado de forma modular, de forma que se irán utilizando espacios a medida que aumenten los visitantes. El espacio que no se use, se aprovechará para usos agrícolas. El aparcamiento se abrirá los fines de semana, puentes y festivos entre el período de Semana Santa y el 15 de junio y se habilitará cada día desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre. Por otra parte, también se colocará una caseta de servicios, con lavabos y un punto de información y se instalarán hidrantes para el riego y para tener agua en caso de incendio, que actualmente no había. Los terrenos son propiedad de la Generalitat, que los ha cedido para un período de 20 años. El resto de actuaciones incluyen una mejora del ecosistema dunar en la zona de acceso a la playa, la restauración del arroyo –se eliminará la caña americana y se hará un camino para peatones desde el aparcamiento disuasorio hasta la zona de acogida de la playa- y la mejora de señalización. El alcalde del municipio, ha señalado que son unas actuaciones "lo máximo de respetuosas posibles" para ofrecer al visitante una experiencia "cómoda y agradable". Y ha afirmado que van en la misma dirección marcada por "la gente que en 1994 y en años anteriores lucharon por la protección de este entorno" con el objetivo de preservarlo para las generaciones futuras. Durante la presentación, se ha contado con la presencia de la directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio, Montserrat Barniol; la subdirectora general de desarrollo turístico de la Generalitat, Carme Rubió y el director de Territorio y Sostenibilidad en Girona, Pere Saló, entre otras autoridades. Todos ellos han subrayado la idoneidad del proyecto para una zona de gran interés y valor paisajístico. 1,18 MEUR para mejorar el camino de ronda Palamós también prevé sacar adelante la reforma del camino de ronda para mejorar la conexión entre este paraje natural y el núcleo urbano. Hará unos 4 kilómetros y seguirá el trazado actual que pasará a ser continuo y no habrá que hacer algunos tramos de carretera. Además, se incluirán 16 miradores y algunas pasarelas para mejorar la accesibilidad. El coste es de 1,18 MEUR, la mitad de los cuales se pagarán con fondos europeos FEDER y el resto, con fondos del Ayuntamiento. Este 2017 se licitará la redacción del proyecto definitivo para poder ejecutar los trabajos entre 2018 y 2020.