Ayer por la noche una multitud de personas llenó a rebosar la plaza del Ayuntamiento, en una concentración convocada por la Red por la Convivencia de Tortosa, para rechazar el terrorismo y expresar su compromiso por la paz y la convivencia en la diversidad.
Decenas de velas y flores aportadas por los ciudadanos ocuparon el centro de la plaza, donde también había una mesa habilitada con papeles y rotuladores para que los asistentes escribieran y colgaran sus mensajes en la reja de delante de la fuente.
El acto comenzó con la lectura de un manifiesto por parte de jóvenes miembros de la Red. El manifiesto expresaba "el dolor y la indignación que los atentados de Barcelona y Cambrils han asestado a nuestro país". Asimismo, hacía "un llamamiento a recordar que todas nuestras vecinas y vecinos, sea cual sea nuestro origen y nuestra religión, estamos juntos en este esfuerzo de unidad y confianza mutua".
La Red aseguró que "no caeremos en la trampa del terrorismo y las guerras que nos quieren divididos, asustados, llenos de odio y de recelo. Por eso, de la misma manera que rechazamos enérgicamente la violencia aquí y en todo el mundo, también rechazamos cualquier actitud intolerante que quiera señalar a cualquiera de nuestros vecinos y vecinas y hacerlos culpables de unos hechos que cada uno de nosotros encontramos repugnantes".
Las jóvenes de la Red han recordado el hecho de que "como ciudad de paz, ya clamamos años atrás el No a la guerra, y somos conscientes de que los tentáculos de estas barbaries no se han cortado".
El manifiesto recalcaba que "no somos un caso aislado, somos parte de una tragedia colectiva perpetrada por los intereses del poder económico y por las nuevas formas de guerra". En conclusión, "es la hora de pedir el rechazo más firme de todos los estados occidentales, como es el caso de España, a los financiadores de DAESH para que se detengan las masacres tanto en los países musulmanes como aquí." Esta es la clave para "proteger a los jóvenes de una radicalización terrorista que se alimenta de su vulnerabilidad".
Acabada la lectura del manifiesto, los asistentes guardaron un minuto de silencio en honor a las víctimas de los atentados recientes. Después la multitud prorrumpió en aplausos y gritos de "¡No tengo miedo!".
Marta Milian Ariño