El Ayuntamiento y la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos han llegado a un acuerdo para la cesión a la ciudad del antiguo colegio de San José, conocido popularmente como los Josepets. La cesión se hace con carácter gratuito por parte de la hermandad y tendrá una vigencia inicial de 30 años. El acuerdo prevé que el edificio situado en el barrio del Rastro se pueda destinar a equipamientos municipales de carácter social, cultural o deportivo.
Esta semana, la alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, y el director general de la hermandad, Don Florencio Abajo, han firmado el convenio que formaliza este acuerdo. Roigé ha señalado la importancia que representa para la ciudad este gesto de los Sacerdotes Operarios Diocesanos, ya que "permite dar un nuevo impulso a la reactivación de los barrios del centro histórico". En este sentido, ha avanzado la voluntad de destinar parte de las instalaciones a construir un nuevo equipamiento polideportivo, potenciando de este modo la actividad en el Rastro. La alcaldesa de Tortosa ha mostrado la "profunda gratitud" hacia la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, por haber propiciado el acuerdo de cesión gratuita como resultado de meses de conversaciones.
Por su parte, Don Florencio Abajo ha destacado que el acuerdo permitirá mantener en Tortosa la memoria de la Hermandad y de su fundador, el beato Manuel Domingo y Sol, y proyectarla hacia el futuro. Abajo también ha mostrado el agradecimiento de la Hermandad con la ciudad, "por el aprecio que muchas personas tienen hacia el antiguo colegio y hacia su fundador". No en vano, por el colegio de San José pasaron miles de estudiantes durante su etapa como centro educativo. En este sentido, la asociación de antiguos alumnos Amigos de los Josepets "hace un extraordinario servicio actualizando el recuerdo de los trabajos que durante casi un siglo y medio han llevado a cabo los Sacerdotes Operarios en la ciudad de Tortosa", ha señalado el director general de la hermandad.
Don Manuel Domingo y Sol nació en Tortosa en 1836. En esta ciudad cursó los estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote. Fue profesor del instituto de Tortosa y, por tanto, mantuvo una estrecha vinculación con la juventud y la formación de futuros sacerdotes. El 11 de abril de 1879, ahora hace 140 años, impulsó la construcción del colegio de San José, situado en la calle Callao del barrio tortosino del Rastro. Inicialmente operó como centro destinado a las vocaciones eclesiásticas y posteriormente, en 1963, comenzó la actividad como centro escolar hasta su integración en el actual colegio diocesano de la Sagrada Familia.
El 29 de enero de 1883 fundó la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, asociación sacerdotal que continúa teniendo presencia en Tortosa a través del templo de la Reparación, construido en 1903 y donde, precisamente, descansan los restos de mosén Sol. El religioso murió en 1909 y fue beatificado en 1987 por el papa Juan Pablo II.
