El pleno de Torredembarra aprobó este jueves poner el nombre '1 de octubre de 2017' a un espacio público, calle o plaza del municipio. El PDeCAT presentó una moción en este sentido que recibió los votos favorables de ERC, la Alternativa Baix Gaià, la CUP y Avui Democràcia.
Anna Magrinyà, que fue quien defendió la propuesta, aseguró que es una iniciativa "a favor de la democracia y la no violencia desde el respeto a todas las opiniones" y añadió que de esta manera se quiere "homenajear a todos los torrenses y torrenses que hicieron posible que se votara". El resto de grupos que votaron a favor coincidieron en destacar la represión de las fuerzas policiales durante la jornada del 1-O. Por ejemplo, Lluís Suñé (ABG) dijo que, aunque en Torredembarra no actuó ni Policía Nacional ni Guardia Civil, sí hubo "violencia psicológica" por el miedo a que las fuerzas del orden actuaran en cualquier momento. Desde Avui Democràcia o la CUP se destacó que "no olvidaremos lo que pasó".
El Partido Popular y Ciudadanos respondieron a esta propuesta con otra moción donde pedían que un espacio público del municipio llevara el nombre de calle o plaza 'de la Unión'. Esta propuesta no prosperó, ya que solo votaron a favor los dos grupos que la presentaban. Desde el PP, la concejala Núria Gómez comentó que presentaron esta iniciativa como respuesta a la del PDeCAT y para favorecer la convivencia en la torre, que, dicen, está dañada a causa del proceso.
Contratos de la basura y la limpieza viaria
El pleno de este jueves también sirvió para aprobar los pliegos de condiciones y sacar a licitación los servicios de recogida y transporte de residuos y de limpieza viaria. En el primer caso, la gestión se saca ahora a concurso, ya que el actual contrato termina el próximo mes de junio. Desde el equipo de gobierno, quieren aprovechar este nuevo concurso para impulsar algunas mejoras en el servicio encaminadas a aumentar el porcentaje de reciclaje de la Torre, que actualmente es del 38,9%. Para ello se quiere potenciar el sistema de recogida puerta a puerta y reforzar los servicios de recogida en establecimientos y comercios. Además, los nuevos contenedores tendrán chips identificativos para poder aplicar bonificaciones a los ciudadanos que más reciclen. Este contrato se ha sacado a licitación por cuatro años más dos prorrogables por un importe de 3,9 millones de euros.
En cuanto al contrato de limpieza viaria, el Ayuntamiento lo vuelve a sacar a licitación después de que el pasado mes de diciembre el Tribunal de Contratos Públicos de la Generalitat tumbara el anterior concurso por el recurso que presentó la empresa Nordvert, que había quedado segunda y que es la actual concesionaria. Las condiciones del actual pliego son muy similares al anterior con algunos cambios en la parte subjetiva y en el importe total de la concesión, de 1,8 millones de euros para los próximos cuatro años.
Desde la oposición, destacó la postura de la CUP y de Ciudadanos, que defendieron la municipalización de los servicios públicos. El cupaire Toni Sacristan dijo que el gobierno se contradice respecto a sus promesas electorales y que con este nuevo contrato están hipotecando e "imponiendo un modelo de gestión" al próximo equipo de gobierno. El alcalde Eduard Rovira respondió que han hecho contratos de corta duración para que más adelante se pueda estudiar la gestión pública. Eso sí, añadió que ahora mismo, el Ayuntamiento "no tiene capacidad para municipalizar" porque "la estructura" del consistorio "no lo podría soportar".
El pleno aprobó por unanimidad emprender acciones contra la Generalitat por el incumplimiento de la obligación de financiación de las guarderías municipales. Según detalló en la sesión de ayer el concejal de Educación, Jordi Solé, el gobierno catalán debe al consistorio torrenc 522.600 euros correspondientes a los últimos cuatro años.
