Toni Postius: "La Paeria ha hecho más cosas en estos 3 años que en los últimos 20"

21 de diciembre de 2022 a las 09:01h

Toni Postius es una de las principales caras visibles de la Paeria de Lleida, después de que en 2019 asumiera el cargo de primer teniente de alcalde y concejal de urbanismo. El pacto de coalición con los republicanos rompió con la hegemonía socialista e inició una “agenda de cambio” en la capital del Segrià. Valedor de la unidad independentista, será también el alcaldable de Junts en 2023 para intentar encabezar una transformación que ya camina en la ciudad.

 

Hace más de tres años que está en el gobierno. ¿Qué balance hacen de la labor del ejecutivo?Cuando accedimos al gobierno en 2019, nos encontramos una situación económica muy complicada en la Paeria. Fue más dura de lo que se había previsto y uno de los elementos que ha marcado el mandato ha sido poner orden desde el punto de vista económico. Además, ha habido un segundo elemento que ha cambiado la dinámica habitual: la pandemia. Sin embargo, tuvimos muy claro que no debíamos quedarnos de brazos cruzados y hemos trabajado sobre todo en aquellas situaciones que hacía años que estaban atascadas. Aparte, la pandemia trajo desgracias, pero también oportunidades como los fondos europeos. Nos hemos presentado a todas las convocatorias con proyectos solventes que transformarán Lleida.

 

Después de tantos años del PSC al frente de la Paeria, ¿qué cambio sustancial se ha visto con la llegada de ERC-Junts al gobierno?Procuramos que la administración fuera mucho más eficiente. Se hizo una digitalización relevante que ha permitido agilizar los trámites burocráticos y hemos procurado ser una administración muy austera. Finalmente, hemos querido ser una administración cercana. Un elemento que sorprendió más es que los concejales de barrio fueran personas que forman parte de los consejos escolares. Teníamos claro que debíamos ser los primeros en estar al pie del cañón.

 

Usted se ha quedado con la concejalía de Urbanismo. ¿Cuáles son las principales transformaciones que ha sufrido la ciudad o sufrirá en los próximos meses?Habrá muchos cambios urbanísticos próximamente porque había grandes proyectos atascados por la poca voluntad del PSC. Por ejemplo, teníamos pendiente disponer de una estación de autobuses a la altura del siglo XXI. Hoy en día tenemos un apeadero en unas condiciones lamentables por la dejadez del Ayuntamiento en su momento. Por eso, teníamos muy claro que la concesión no debía prorrogarse y, por tanto, debía gestionarla el Ayuntamiento. Además, debemos mejorarla hasta que no tengamos la nueva estación, que será una realidad antes de que termine el 2024. En este sentido, daremos un salto cualitativo.

Uno de los otros proyectos que sacamos adelante es la reforma integral del Palau de Vidre. Se trata de un equipamiento que no ha tenido mantenimiento y hasta ahora no tenía ningún uso. En la misma línea, también hemos impulsado la nueva construcción de un nuevo pabellón de la Fira de Lleida. Tenemos un convenio con la Generalitat, la Diputación y la Cámara de Comercio para construir el tercer pabellón y reforzar la posición de Lleida como segunda feria del país.

 

¿Y la movilidad?Hay obras de mejora de la movilidad que vienen condicionadas por Europa. Se especifica muy claramente la finalidad de este dinero: la pacificación de las calles más céntricas y el hecho de que el peatón debe ganar más protagonismo. Todo ello conlleva también la incorporación de nuevos vehículos eléctricos a la flota de autobuses o la implementación de la nueva zona azul. Se ha hecho mucho trabajo para pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. Poco a poco tomará forma y cambiará la dinámica de la ciudad.

 

La industrialización es uno de los ámbitos en los que se han centrado más con ejemplos como el Plan director del polígono industrial Torreblanca-Quatre Pilans. ¿Qué debe aportar este nuevo paso?Una de las asignaturas pendientes que comentaba era la fuga de las empresas. Hemos desarrollado el plan de Quatre Pilans, que será uno de los polígonos industriales más grandes del país y tendrá una clara vocación de acoger empresas del siglo XXI, que aporten valor añadido, que nos permitan crear puestos de trabajo y arraigar a la gente joven. El hecho de que haya venido a licitar empresas de Corea del Sur para que se quieran implantar es un gran éxito, pero debemos disponer de una cantidad de suelo industrial suficiente para aspirar a una ciudad de 200.000 habitantes. Por otra parte, otro de los cambios importantes que hemos hecho este mandato es llevar agua potable al polígono del Segre.

 

El PSC se ha opuesto a algunos aspectos de este proyecto.El legado del PSC desde el punto de vista industrial es el de un polígono del Segre sin agua potable, en un estado de mantenimiento precario, sin poder ofertar suelo a las empresas de Lleida que querían crecer y con una Lleida inexistente desde el punto de vista de las inversiones. Entonces, hemos procurado poner soluciones. Puedo entender que este mandato pone en evidencia que se ha hecho más en estos 3 años que en los últimos 20, pero me gustaría que en lugar de criticar el proyecto ejercieran su influencia para ayudar. Por ejemplo, para poder duplicar la carretera entre Lleida y Les Borges Blanques (de ámbito estatal) o conseguir una partida del estado para adaptar la vía del tren al ancho europeo. Se trata de sumar y no de criticar por criticar.

 

El desbloqueo del Plan de la Estación es uno de los otros hitos que celebran. ¿Es ésta incompatible con el proyecto de Torre Salses?No me referiré a otros proyectos que se han puesto sobre la mesa en los últimos años porque cada uno tiene los suyos. Este Plan de la Estación genera unanimidad por parte de todo el mundo, nadie se opone. No hemos hecho nada extraordinario, lo único que hemos hecho es trabajar de forma discreta con la Generalitat y con ADIF para encontrar una solución. Conjuntamente con la estación de autobuses nos permitirá cambiar la dinámica de la Rambla Ferran, Noguerola, Cardenal Remolins, cerrar esta herida con Pardinyes y recuperar la vitalidad. Esto se podría haber hecho hace 20 años. Por eso, nos preguntamos: ¿por qué las corporaciones socialistas no lo quisieron abordar y tuvieron interés en desarrollar otros proyectos?

Desde la pandemia, la ciudadanía descubrió muchas cosas como las terrazas, el silencio o la importancia del comercio de proximidad. Es una cuestión que ha llevado a que los operadores comerciales tengan interés en venir a las zonas céntricas. Un ejemplo es IKEA, que ahora ha abierto un punto de recogida en Rambla Ferran. Por este motivo, los operadores están interesados en que el Plan de la Estación pueda salir adelante.

 

La promotora de Torre Salses se ha querellado contra usted y el alcalde. ¿Cómo recibieron la noticia?Cualquier ciudadano o entidad puede decidir emprender acciones legales. En este aspecto, estamos muy tranquilos porque todo el proceso está siguiendo el curso habitual. Este mes de enero explicaremos cómo actuó el Ayuntamiento. Cumplimos a rajatabla aquello que por ley debíamos hacer y velamos por el interés general de la ciudad. Siempre hemos sido muy cuidadosos desde el punto de vista del cumplimiento de la legalidad. Por otra parte, conviene recordar que el proyecto no tiene licencia comercial porque la Generalitat se la denegó y también hay un contencioso administrativo de la empresa contra la Generalitat. Además, tampoco se ha podido inscribir en el registro de la propiedad, que es un organismo que depende del Estado. No hay una obsesión por parte del gobierno municipal, ya que la tramitación se detiene por cuestiones que no dependen del Ayuntamiento.

 

Con relación a las coaliciones preelectorales, hace 3 años pedía una candidatura conjunta con ERC para concurrir a los comicios municipales. ¿Nos encontramos en una etapa muy diferente, verdad?Cuando vamos juntos y dejamos de lado el partidismo, en este país se pueden hacer cosas extraordinarias como el 1 de octubre. Me sabe mal la situación política del país y echo de menos la unidad de acción. En Lleida, siempre he procurado ser coherente y consecuente con lo que dije. Por tanto, nuestra propuesta es que la agenda de cambio en la ciudad obtenga continuidad en el próximo mandato y sumar esfuerzos con las formaciones comprometidas con el país. Hemos demostrado que cuando hay trabajo de rigor, los proyectos salen y que la unidad es posible en un gobierno de coalición. Si no hay un gobierno de formaciones independentistas, la alternativa son las fuerzas del 155.

 

¿Habrá alguna coalición con Activem Lleida, integrado por miembros del PDeCat?Tenemos un proyecto desarrollado en los últimos 3 años y hemos demostrado capacidad de solvencia. Por tanto, es muy legítimo que se puedan presentar formaciones alternativas, pero como Junts tenemos claro que debemos seguir este cambio iniciado. Debemos ser conscientes, sin embargo, de que la presencia de otras formaciones acaba comportando una dispersión de votos y que los votos se acaben perdiendo.

 

En cuanto a pactos postelectorales, ¿el PSC queda descartado?En Junts aprobamos en el último congreso que los socios prioritarios serían las formaciones independentistas. Además, queremos mantener la agenda reformista que hemos iniciado en Lleida. Evidentemente que discrepamos en algunas cosas, pero compartimos que ha habido un cambio de mentalidad desde 2019 y se debe seguir. Me gustaría encabezar este cambio en Lleida a partir de 2023.

 

¿Volvería a intentarlo con el Comú?Los gobiernos de coalición necesitan lealtad, madurez política y que se sea consciente de que los acuerdos deben cumplirse. No se puede hacer de oposición al gobierno cuando estás en el gobierno. Por tanto, creo que el Comú de Lleida demostró que compartíamos algunas cuestiones, pero que desde el punto de vista del día a día era muy complicado encajar. El protagonismo no puede ser de las formaciones, sino de la ciudadanía y de los proyectos. Además, debemos ser conscientes de que en las coaliciones cada uno tiene el peso que tiene y ellos tenían dos concejales. Veremos qué decide el Comú en 2023 y si cuenta con representación.