TMB ha comenzado esta semana la recogida de muestras sólidas para determinar la presencia de amianto en el metro, y lo ha hecho a través de los filtros de aire acondicionado de los trenes. Este es el primer paso de la campaña de muestreo que la empresa llevará a cabo este año para extraer más de 200 muestras susceptibles de contener fibras de este contaminante. En los próximos días los operarios de TMB extraerán materiales de los filtros de aire acondicionado de cinco trenes de cada línea convencional para enviarlas a un laboratorio francés que las analizará con microscopía electrónica de transmisión (TEM). Les seguirán las muestras de polvo de túneles y del balasto de las vías, y una vez finalizada la extracción de materiales sólidos, se monitorizará el aire de 70 puntos diferentes de la red de metro, entre estaciones, intercambiadores y túneles. La campaña de toma de muestras de aire y materiales sólidos en zonas de acceso público de la red de metro se ha iniciado esta semana simultáneamente en diferentes talleres de las líneas L1, L2, L3, L4, L5 y de la L11. En un total de 31 estaciones se extraerán materiales, tanto en los andenes como en los accesos, y también en los trenes que circulan por estas líneas.
Se ha empezado por el análisis de los filtros de aire acondicionado, en el que un operario extrae de los vagones los filtros sucios para tomar una porción. "Los filtros se cambian una vez al mes. Se extrae y el higienista decide cuál es la muestra más representativa y corta un trozo para llevarlo al laboratorio acreditado", ha explicado el responsable del servicio de Prevención de TMB, Mario Rubio, en uno de los puntos donde se ha realizado el muestreo, el taller de la estación de Vall d'Hebron de la L3.
Una vez extraídas las 28 muestras de filtros de aire del sistema de ventilación de los trenes, se pasará a realizar 42 del polvo de los túneles y del estrato del balasto. Se buscará el balasto más antiguo, es decir, la grava que esté más hundida en las vías, ya que será de más antigüedad y, por lo tanto, más susceptible de encontrar el contaminante, ha explicado Rubio este jueves.
Finalizadas las muestras sólidas, TMB iniciará la segunda fase de la campaña, en la que analizará el aire de 138 puntos diferentes. Deberá realizarse una licitación para contratar a una nueva empresa que desarrolle esta tarea, ya que el sistema es más complejo y son necesarios otros dispositivos.
En cada línea se han elegido las estaciones con presencia conocida de materiales con contenido de amianto o bien donde se hayan retirado, las que tienen más usuarios, las más antiguas y que no se hayan remodelado recientemente. Las líneas 9 y 10 se han excluido porque su construcción es muy reciente y la empresa no conoce ninguna presencia de amianto.
Según TMB, el muestreo busca completar las más de 280 mediciones que ha realizado la empresa anteriormente, con resultados siempre por debajo de los valores de detección en cuanto a contaminación por amianto. En cambio, los sindicatos aseguran que la cifra de afectados por el amianto en el metro es de 26 personas y un trabajador en activo ha denunciado sufrir una enfermedad pulmonar a causa del contacto con las fibras de este material.
