En la sede electoral que Junts ha montado en la calle Jesús, no había caras largas pero sí caras de resignación. Los resultados han pillado a los de Junts con el pie cambiado y la baja abstención ha penalizado a los grandes partidos del gobierno saliente.
La candidata Teresa Pallarès, afectada por el resultado y el cansancio de la campaña, pero en todo momento apoyada y confortada por su marido, quizás ha sido la persona en quien más se ha concentrado la decepción por los resultados.
En conversación con LA CIUTAT la candidata nos ha confesado que no se esperaban una abstención tan grande y que les afectara tanto, como en el caso de Esquerra, lo que les ha hecho perder fuerza votos. Sandra Guaita ha sabido, en cambio, movilizar a su electorado y obtener más escaños manteniendo el número de votos.
En cuanto a la entrada de Vox en el plenario reusense, Pallarès se ha mostrado preocupada y decepcionada, pero ha asegurado que las líneas rojas funcionarán en el consistorio reusense, y que el resto de partidos no tolerarán ninguna muestra de intolerancia.
Pallarès ha asegurado que se pondrá en contacto con la vencedora de la noche, Sandra Guaita, para felicitarla por la victoria y empezar a hablar de la formación del futuro gobierno de la ciudad.