La Mesa Local para prevenir la mutilación genital femenina ha elaborado un protocolo de actuación dirigido a profesionales de los ámbitos sociales, sanitarios, de la educación y de los cuerpos de seguridad de Tarragona, con información concreta de las directrices a seguir para poder detectar e intervenir adecuadamente en estas situaciones y evitar que sucedan nuevos casos. El objetivo de la guía es la atención y protección a las mujeres y niñas y la salvaguarda de sus derechos fundamentales.
La Mesa local ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Tarragona y está formada por representados de: servicios sociales, centros educativos, guarderías municipales, pediatría del ámbito sanitario, de la Región Sanitaria del Camp de Tarragona, trabajadores sociales de los centros sanitarios, técnicos de inmigración, de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito y de los cuerpos de seguridad.
42 familias residentes en Tarragona se comprometieron en 2017 a no practicar la mutilación genital a sus hijas La mutilación genital femenina es una práctica habitual que se realiza en el contexto de una comunidad y de un grupo, que la justifica con creencias erróneas. Existen varias causas: o bien se produce por la costumbre y la tradición (que determinan el rol de la mujer dentro de la comunidad), por el control de la sexualidad (se cree que mitiga el deseo sexual, garantiza la fidelidad e incrementa el placer sexual masculino), por las funciones reproductivas (que facilita el parto o que las mujeres no mutiladas no pueden concebir), por razones de higiene, por razones de estética o por motivos religiosos. Durante el año 2017, 42 familias residentes en la ciudad de Tarragona se comprometieron a no practicar la mutilación genital a sus hijas, a través de la firma de un documento expedido por la Generalitat de Catalunya. Se trata de un tercio total de la población de riesgo detectada, ya que se detectaron 167 casos, es decir, 167 niñas de 0 a 14 años donde sus familias provienen de países donde la práctica de la mutilación aún se realiza. La mayoría de las niñas provenían de Nigeria. Los familiares firman el documento antes de marcharse de viaje a sus países de origen y a la vuelta deben someterse a una revisión médica.