Después de dos años con una siniestralidad 0 a causa de accidentes de tráfico en la trama urbana, este 2018 se ha incrementado hasta las dos víctimas mortales. Esta cifra, aunque podría no parecer preocupante, ha hecho saltar las alarmas de los cuerpos policiales y la consejería de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Tarragona, que quieren volver a las 0 víctimas mortales por accidentes de tráfico. Por eso, después de la Junta Local de Seguridad de este miércoles, 5 de diciembre, el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Villamayor, ha asegurado que el Ayuntamiento incrementará las medidas de seguridad, como la modificación y renovación de señales de tráfico, tanto horizontales como verticales, y medidas que permitan mejorar la visibilidad en los pasos de peatones.
El número de accidentes en estos primeros diez meses de 2018 se ha incrementado un 7% respecto al mismo período del año pasado. En total, este 2018 se han producido 973 accidentes de tráfico, de los cuales, 2 han terminado con víctimas mortales -el conductor de una motocicleta y un peatón atropellado-. Precisamente, respecto a las personas atropelladas, esta cifra se ha aumentado hasta el 11%, pasando de 61 a 68.
Medidas para reducir la siniestralidad
Para reducir las cifras y dar solución a esta problemática, el Ayuntamiento de Tarragona pone en marcha diversas medidas destinadas al incremento de la seguridad vial. En el caso de la Rambla Francesc Macià, uno de los puntos negros en cuanto a atropellos, ya se han repintado las señalizaciones horizontales y se ha reservado un espacio de 5 metros antes de algunos pasos de peatones para mejorar la visibilidad, tal y como ha explicado Villamayor. Además, estos espacios serán complementados con la instalación de pilonas para asegurarse de que los vehículos no paren ni estacionen en estos espacios. Otra de las medidas previstas en estos tramos, aunque todavía no se ha realizado, es la instalación de elementos reductores de velocidad en los pasos de peatones.
Este tipo de medidas se realizarán también en otros puntos de la ciudad. En la Rambla de Ponent se revisará el arbolado para facilitar la visibilidad de los peatones. En Bonavista, se sustituirá la señal de ceda el paso en el cruce de las calles 22 y 10 por una señal de Stop. Lo mismo se hará en el cruce de las calles Llorenç de Vilallonga con Josep Pla Casadevall, donde también se modificará la ubicación del paso de peatones, acción que se realizará también con el paso de peatones del cruce de las calles López Peláez con Maria Cristina. Por otro lado, para mejorar la visibilidad en los pasos de peatones, en la calle Reial se modificará una zona de carga y descarga y en el bloque Tarragonès de Sant Pere i Sant Pau se colocarán pilonas entre los paso de peatones y la zona de estacionamiento.
Se incrementan los controles de alcoholemia
En esta misma línea, cabe destacar que durante este 2018 también se han incrementado los controles de alcoholemia en el marco de las campañas institucionales de seguridad vial y en coordinación con el Servei Català de Trànsit. En estos 10 meses de 2018, se han realizado un total de 4.016 controles de alcoholemia -un 31% más- y se han expedido 337 denuncias.