El Ayuntamiento de Tarragona ha resuelto autorizar, "parcialmente", las actividades previstas para celebrar la Diada en la Part Alta de la ciudad que organizan las entidades ciudadanas desde la Coordinadora Onze de Setembre. Según un comunicado municipal, el alcalde accidental, José Luis Martín, ha firmado este viernes por la mañana un decreto por el cual "se autoriza todo", pero con "excepciones". Por un lado, los inflables para los más pequeños, que se consideran "inadecuados" para garantizar la "protección del patrimonio"; también el entarimado desde donde se hacen los parlamentos, que se pide de "dimensión más reducida"; además, el consistorio pide restringir el volumen de la música a los "límites propios de la música de fondo ambiental, tal como reglamentariamente vienen definidos en el Reglamento de espectáculos públicos y actividades recreativas" aprobado a finales de 2016. La Coordinadora, que ya aseguró que no movería los actos de la Part Alta, estudiará las restricciones antes de pronunciarse.
El Ayuntamiento de Tarragona ha notificado "telemáticamente" y telefónicamente la resolución a la entidad jurídica que había formulado la petición del permiso en representación de la Coordinadora, la Asociación Espais de Debat i Acció, desconvocando finalmente la reunión del próximo día 9 que debía servir para solucionar y encontrar una salida negociada al conflicto. Así lo ha confirmado el concejal de Ocupación del Dominio Público, Movilidad y Accesibilidad, Josep Acero (PP), que ha negado de forma reiterada cualquier motivación "política" en la decisión denegatoria inicial del Ayuntamiento y ha circunscrito la actuación municipal al ámbito "técnico".
Según ha detallado, la solicitud de permiso del pasado mes de mayo no disponía del correspondiente seguro en vigor y carecía de documentación. Una vez resueltas estas carencias y después del revuelo mediático generado en los últimos días por la negativa municipal, el consistorio ha decidido hacer pública la decisión de autorizar los actos, pero con "excepciones" y la necesidad de cumplir algunas condiciones. Acero apunta que los técnicos ven demasiado grande la tarima que quiere instalar la Coordinadora y la limita a un espacio de cuatro por cuatro metros. Tampoco se podrán instalar inflables, aduce, porque Patrimonio "no lo recomienda y debemos proteger el núcleo histórico". Por último, el volumen de la música deberá limitarse a un nivel de fondo o ambiental porque la normativa "ha cambiado de un año para otro". Un tema "puramente técnico" "No hay ninguna polémica: era un tema puramente técnico. La reunión era para decir que se había denegado pero que lo presentaran con estos matices y se lo autorizamos", ha remachado el concejal, añadiendo que la entidad podrá conseguir en el futuro de forma "automática" los permisos para la celebración de los actos de la Diada del Onze de Setembre si dispone de los seguros en vigor y cumple los requisitos que reclama el consistorio. Desde la Coordinadora Onze de Setembre, su portavoz, Roser Calaf, ha mostrado su satisfacción por el cambio de parecer del Ayuntamiento, pero ya ha avanzado que estudiarán las limitaciones impuestas antes de pronunciarse de forma muy concreta. "Nos parece muy bien que se haya autorizado. Lo miraremos con detalle para dar una respuesta", apunta, mostrándose convencida de la vigencia del seguro que el gobierno municipal esgrime. Pone en duda que la coral de una veintena de personas que debe actuar pueda situarse encima de una tarima reducida y los límites de decibelios que se les impone. En el contexto de la negativa municipal, recuerdan desde la Coordinadora, se encontraría un intento del Ayuntamiento de instrumentalizar las reivindicaciones de los vecinos de la Part Alta, que reclaman limitar las actividades más ruidosas, para conseguir sus propios objetivos. De hecho, la Plataforma Farts de Soroll ha mostrado su apoyo a la celebración de estos actos el Onze de Setembre en el mismo lugar donde tienen lugar desde hace ocho años. La entidad continúa reiterando que, en ningún caso, plantearán el traslado de los actos de la Diada a otra zona que no sea la de la Part Alta donde se celebran desde hace ocho años: las escaleras de la Catedral, la calle Merceries y una pequeña parte de la plaza del Fòrum. A pesar de todo, Calaf se muestra sorprendida ante el procedimiento y la reacción del Ayuntamiento, a quien acusaron de actuar con motivaciones políticas por animadversión del gobierno municipal -PSC, PP y ex-UDC- al proceso y la consulta del 1-O. "No entendemos que haya tenido que salir a la luz pública para que se desencalle el tema", ha cerrado.
