Tarraco Viva reivindica el papel de las ciudades en la antigüedad y ratifica su carácter de festival 'slow'

20 de mayo de 2019 a las 07:43h

El Recinto Ferial del Palacio de Congresos se ha llenado esta tarde para contemplar la recreación de las elecciones en tiempos de los romanos, el último de los 427 actos de la XXI edición de Tarraco Viva, que se ha cerrado con un balance muy positivo por parte de la organización, tanto por el desarrollo de las propuestas como por la respuesta del público. La única nota negativa ha sido la lluvia del viernes del primer fin de semana, que obligó a suspender algunas de las actividades previstas.

El director del festival, Magí Seritjol, ha destacado que cerca de 1.000 personas de la ciudad participan, de una manera u otra, en la organización del festival, y que Tarragona es la única ciudad de Europa que cuenta con ocho grupos de reconstrucción histórica: "Tenemos una manera singular de entender la divulgación del patrimonio, siempre teniendo en cuenta que explicamos el pasado para entender mejor nuestro presente". Y ha destacado estas cualidades como un hecho diferencial: "Cada año viene gente de fuera para disfrutar de Tarraco Viva y nos ratifica que no hay ninguna propuesta que se parezca a lo que realizamos nosotros".

Precisamente el establecimiento de alianzas con otros festivales de reconstrucción histórica del continente es una de las líneas estratégicas a desarrollar a corto plazo. Según Seritjol, "se está trabajando conjuntamente con el festival Arelate (Arles-Francia) en la creación de una red europea de festivales romanos y hemos aprovechado la presencia en la feria de museos de este año del parque arqueológico de Xanten (Alemania) para integrar los mejores festivales de este tipo de Europa".

En cuanto al balance de Tarraco Viva 2019, las conferencias, debates y conversaciones del festival han tenido una magnífica acogida, incluso aquellas programadas en horarios no habituales (como las 23 h) para este tipo de actividades. Las propuestas de pequeño formato (talleres familiares, talleres de adultos, talleres gastronómicos, visitas e itinerarios) constituyen sin duda una marca del festival por el grado de aceptación y el numeroso público que participa, remarcando el carácter slow del festival.

A propósito de los espacios, la propuesta de agrupar el grueso de actividades del primer fin de semana en torno al pretori y el anfiteatro se ha valorado muy positivamente. Las actividades programadas en Cambrils, Vila-rodona y Altafulla han alcanzado un gran nivel de público y satisfacción, incidiendo en la clara vocación de territorio del festival.

En las actividades escolares han participado escuelas de Tarragona, pero también de diversos lugares de la demarcación, el conjunto de Cataluña e, incluso, el sur de Francia. Cerca de 3.100 niños y niñas han disfrutado, sumando las propuestas del Camp d'Aprenentatge y las actividades programadas en el Recinto Ferial.

Seritjol ha agradecido especialmente la colaboración a toda la gente que hace posible el festival, participantes, público y trabajadores de los diferentes servicios que lo hacen posible, con una mención especial a los patrocinadores: Diputación de Tarragona, Fundación Mutua Catalana y Asociación de Campings de Tarragona.

La clausura del festival también ha servido para dar a conocer la temática del XXII Tarraco Viva, que tendrá lugar en el mes de mayo del año 2020, y que girará en torno al trabajo y la alimentación en tiempos de los romanos.

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C CIUTAT
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