Ayer por la mañana la plaza del Temple de Tortosa se llenó de animalistas, pancartas y perros. Era el lugar de concentración de la manifestación que congregó a unas 250 personas, convocadas por SOS Arca, para defender la protectora de las Tierras del Ebro, cuya gestión se decidirá en las próximas semanas.
Desde este punto, los manifestantes recorrieron la avenida de la Generalitat, gritando consignas como "No a las perreras, sí a la protectora" y "Arca los ama, Corralet los asesina". Corralet es la empresa castellonense que actualmente parece tener más posibilidades de ser la próxima adjudicataria de la gestión de las instalaciones de la protectora Arca.
El destino de la comitiva era la plaza del Ayuntamiento. Una vez allí, Susi Gómez, miembro de SOS Arca, leyó el manifiesto del colectivo. Entre otras cosas, el texto apela a las últimas declaraciones del alcalde: "Tiene toda la razón. Los animales de Arca nunca han corrido peligro; es a partir de ahora que estarán en peligro. Arca empezó hace 17 años con cuatro jaulas y cuatro alambres, y volveremos a empezar de cero. Los animales, los sacaremos todos; no se quedará ni uno. Lo que nos preocupa son los animales que entrarán en las instalaciones a partir de ahora."
En un segundo apartado, el manifiesto pide explicaciones al alcalde: "Tenemos unas cuantas preguntas, señor Bel: ¿Cómo se gestionará la nueva empresa con menos dinero? ¿Se harán cargo de los perros que ya sean yayos? ¿Buscarán casas de acogida para los cachorros que llegan y necesitan biberón? ¿Dejarán entrar voluntarios para limpiar, pasear y dar afecto a los animales, como ahora? ¿Buscarán adoptantes para los perros de la gente mayor que debe ingresar en una residencia? Cuando encuentre un perro abandonado, ¿tendré que llevarlo a una empresa que tiene denuncias por maltrato a animales? ¿Qué pasará con los trabajadores de Arca?".
Los miembros de SOS Arca aclararon la diferencia entre perrera (el espacio que regenta Corralet en Vinaròs) y protectora: "Una perrera aloja al animal abandonado o perdido durante un máximo de 21 días. Si no aparece el dueño, se suele sacrificar al animal. Como es un negocio, necesitan espacio para acoger a nuevos animales que generen nuevos ingresos. En una perrera, sólo se cubren las necesidades básicas de los animales, no las afectivas. Una protectora es una asociación sin ánimo de lucro: el dinero que llega se invierte en alimentación, limpieza y atención sanitaria. En una protectora, los animales viejos o enfermos tienen su lugar".
Finalmente, los organizadores se felicitaron por el éxito de la convocatoria, agradecieron la presencia de los asistentes y los emplazaron a asistir al pleno de esta tarde en el Ayuntamiento, "para que nuestros políticos se den cuenta de la situación que estamos viviendo".
MARTA MILIAN ARIÑO
