Seis años de prisión por intentar matar a un hombre a tiros en Sant Carles de la Ràpita

15 de noviembre de 2019 a las 10:47h

Un hombre ha aceptado seis años de prisión y su expareja, tres, por intentar matar a tiros a un amigo de ella en Sant Carles de la Ràpita (Montsià) el 13 de diciembre de 2017. El caso debía ser juzgado este jueves y viernes en la Audiencia de Tarragona, pero las partes han llegado a un acuerdo de conformidad para evitar el juicio. Inicialmente, el hombre se enfrentaba a catorce años de prisión y la mujer, a seis. Finalmente, se les ha rebajado la pena porque han consignado 6.000 euros en concepto de indemnización -la mitad de lo que deben pagar- y se les ha aplicado la atenuante de reparación del daño. Como el disparo que recibió la víctima en el omóplato no comprometió su vida, también se les ha rebajado la pena en dos grados. En concreto, al hombre lo han condenado a tres años de prisión por tentativa de homicidio, a dos años por lesiones y a un año por tenencia ilícita de armas, además de tres meses de multa por un delito leve de lesiones. A la mujer la han condenado a tres años de prisión por tentativa de homicidio. Además, la mujer no podrá acercarse a la víctima ni comunicarse con ella durante cuatro años y, en el caso del hombre, la prohibición es de ocho años. Ambos estaban en prisión provisional desde hace casi dos años y ahora seguirán encarcelados para cumplir condena.

El principal acusado disparó varios tiros

El caso se remonta al 13 de diciembre de 2017. Por la tarde, los dos hombres discutieron en la vía pública y el acusado golpeó la mano de la víctima con una bola de hierro con mango y atada a una cuerda. Más tarde, el acusado y la expareja fueron a buscar a la víctima al bar donde trabajaba con la intención de matarlo.

Cuando entraron al bar 'Punxa'm pinxo' de la calle Sant Isidre de la Ràpita, el procesado, de nacionalidad española y 51 años, sacó un arma de fuego del calibre 7,65 mm y disparó un primer tiro dirigido al tronco del hombre, de origen africano y de 48. La bala, sin embargo, impactó en la parte alta de la puerta del baño. A continuación, los tres quedaron situados en el interior de un pequeño lavabo. El acusado disparó un segundo tiro dirigido a la cabeza de la víctima, pero este bajó la cabeza y la bala le impactó en el omóplato.

Entonces la víctima empujó a la acusada, de 34 años y también de origen africano, que cayó hacia atrás contra el acusado rompiendo una puerta interior del lavabo. El procesado disparó un tercer tiro dirigido a la víctima, que evitó el impacto al agarrarle la mano. Este movimiento hizo que el proyectil impactara en la pierna derecha de la mujer y contra el marco de la puerta del baño.

En ese momento, la víctima pudo deshacerse de los dos acusados y salió a la calle. El acusado apretó el gatillo por cuarta vez apuntando hacia la espalda de la víctima, pero el tiro no se disparó por un error en el arma. Finalmente, el acusado volvió a entrar al bar y, tras hablar brevemente con la expareja, huyó mientras la mujer se quedaba en el interior del establecimiento herida sobre una mesa.

El hombre se acabó entregando a la policía

Los Mossos d'Esquadra se hicieron cargo de la investigación y, tras comprobar la secuencia grabada por las cámaras de seguridad, arrestaron a la mujer como cómplice de un homicidio en grado de tentativa. A pesar de ello, tanto ella como la víctima ingresaron en el hospital Verge de la Cinta. Al día siguiente, el procesado se personó en la caserna de la Guardia Civil de la Ràpita para entregarse a la policía.

Durante el registro en el domicilio del hombre, los Mossos intervinieron más de 200 cartuchos, unas esposas, una credencial de la Guardia Civil falsificada y 171 armas blancas, entre navajas y machetes. El individuo no tenía permiso de armas. La jueza de Amposta decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre y la mujer.